Nunca me han gustado las despedidas, pero he de decir que el viernes tuvo lugar una de las que te sacan la sonrisa. Es la que se le hizo al capitán de navío Ignacio Cuartero, que después de tres años al frente de la Escuela Naval de Marín deja su puesto el próximo día 27 para incorporarse al Estado Mayor de la Armada en Madrid. Realmente, Cuartero lleva varios días de despedida tras despedida. Si el jueves fue el turno de la alcaldesa de Marín, María Ramallo, que le entregó una metopa conmemorativa, el viernes tuvo triple ración. Y es que el todavía comandante-director de la ENM se desplazó a la Boa Vila para ser recibido por el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, quien le entregó una insignia de oro como recuerdo y le ofreció firmar en el Libro de Honor de la institución, y la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba.
Cuartero comentó que le gustaría haberse quedado al menos otro año más en Pontevedra para completar el ciclo que inició de chaval, cuando vivió cinco años en las vivendas militares de Mollavao, y los cinco años que pasó en la Academia durante a su etapa de formación. No obstante, declaró que "hay que dejar paso a otros para que vivan en este enclave increible del mundo". ¡Mucha suerte en su nueva etapa!
Y suerte también la que seguro que piden los olímpicos que nos representan en Tokio en estos días. Aunque, a decir verdad, se lo están pasando bien. El viernes pudimos ver a Támara Echegoyen, acompañada de su compañera Paula Barceló, dejando la imagen divertida del día, después de que se vistieran con el uniforme de gala del equipo español y se echaron al mar para desfilar sobre las aguas del mar de Enoshima. Fue una manera un tanto diferente de desfilar la que tuvo la pontevedresa en esta ceremonia de apertura.
Y no puedo acabar sin hacer una mención especial al marinense Antón Sobral, que el pasado miércoles acudió a la Festa de Atletismo del CGTD para dibujar, in situ, las medallas de los ganadores. Y trabajo tuvo, para qué engañarnos...
