Opinión

María nos hace madrugar

A quién se le ocurre poner una rueda de prensa a las diez de la mañana de un sábado? Dirán ustedes, pues vaya pregunta. Ni que fuera tan temprano, si la plaza de abastos ya habrá despachado a esa hora la mitad del género, si ya están las tiendas abiertas y tal. Bueno, el caso es que los periodistas, sobre todo los de libreta y boli, estamos acostumbrados a otros horarios, sobre todo en fin de semana, pero si es mi querida María Rey la que nos convoca, como si es a las ocho.

Nadie faltó a la cita y, además, la ocasión lo merecía. María, además de darnos un notición que mi compañero Serafín Alonso les explica unas páginas más atrás muchísimo mejor que yo, nos justificó la hora. Con su sonoro portazo podemos decir que fue su última aparición en la sede naranjita (de momento manda ella, que quede claro, y esto lo digo yo) y si nos convocó a los medios a las diez fue porque después tenía que ir a una Primera Comunión.

Lo cierto es que no sé si María iba ya vestida para la ocasión, pero en todo caso estaba la mar de guapa con un pantalón blanco y un top marrón como de raso. Ideal,muy en su estilo.

Buceando en las redes sociales me acabo de encontrar con que Román Rodríguez (mi estimado Román, del que soy fan) se une al club de las personas que tienen una viñeta de Luis Davila dedicada. El genial ilustrador (aunque trabaje para la competencia) lo dibujó como un peregrino más haciendo el Camino de Santiago y la leyenda A Román con moito agarimo. Así me gusta, yo también quería.

A Davila lo admiro, pero no más que a Santy Gutiérrez, nuestro viñetista de casa. Santy, además, que no se lo conté hace un par de semanas, se ganó el aplauso del mismísimo James Rhodes cuando estuvo en Pontevedra. James, no Santy. Porque Santy lo dibujó fiel a su estilo y el pianista británico le dio las gracias por pintarlo delgado. La verdad es que lo clavó. Y eso que últimamente cada vez que se acerca por Galicia corre serio peligro de ganarse unos kilitos. Después de las elecciones estaba un poco triste por el presunto adiós de Manuela Carmena a la Alcaldía. Así que si ese es el problema, que no se preocupe, que siempre le quedará Pontevedra y mi Lores.

Así, si disfrutara de las mieles de las Rías Baixas, también podría asistir a la Mostra do Viño de Vilaboa o quizás, este mismo fin de semana, a la del Tinto de Barrantes. Menuda coincidencia, eh.

Si de verdad les gustan los caldos de la tierra, apunten en sus agendas, porque en un par de semanas se celebra la Festa do Viño de Barro, en la que Xosé Manuel Abraldes volverá a ejercer de anfitrión. ¡Viva el vino!

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