Opinión

Música y comida contra la lluvia

ES VERDAD que la primavera, de momento, está de baja. Y parece que va a seguir así hasta la semana que viene, que se incorporará a su puesto de trabajo, espero que con ganas de traernos mucho sol, varias revoluciones hormonales y noches en las que da gusto salir con una chaquetita fina y con las gafas de sol aún puestas en la cabeza y pasear Michelena arriba, Michelena abajo.

Para intentar no desesperar, he decidido que este domingo me voy a Marín, a celebrar la Festa da Berza, que presentó este miércoles Acima en O Lar da Rosa (por cierto, único restaurante en kilómetros a la redonda que organiza calçotadas. Curioso, ¿no creen?) y que promete descubrirnos mil y una maneras de degustar esta verdura de hoja larga. Me chivaron que incluso el postre va a contener este ingrediente. Solo por la curiosidad que me suscita cómo se puede maridar un postre con una berza, acudiré sin dudarlo.

De todas maneras, no puedo ocultarles que hay algo que me tiene más impaciente que la llegada de la primavera. Y es que el sábado se va a presentar la nueva edición del Marín Vivo, organizado bajo la batuta de Nestor Nantes. Después del Surfing the Lérez, al que le tengo especial cariño por hacerse en mi querida ciudad, este es el festival de verano que más me gusta. Aún recuerdo el año pasado lo bien que nos lo pasamos a ritmo de la Familia Caamagno, de The Limboos y los Mambo Jambo, a pesar de que llovía que daba gusto.

Estoy segura de que el cartel va a ser tan de rechupete como el anterior y que van a sobrar los ratos bailongos, aunque esperemos que esta vez no tengamos que empapar el esqueleto. ¿Saben lo mejor? Que en O Morrazo está la cosa que arde en cuanto a citas musicales. La joya de la corona, el SonRías de Bueu, también desvelará hoy las primeras confirmaciones de su nuevo cartel. Así que, ¡todo el mundo pegado al Facebook!

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