LES CONTABA este lunes lo agradable que fue Jorge Drexler en el concierto que ofreció en Pontevedra el pasado sábado, al que lamentablemente no pude ir. Las entradas se habían agotado y no tuve tanta suerte como una pandilla de pontevedreses que se encontraron con el artista disfrutando de una comida en un restaurante de la zona vieja de la ciudad. El caso, según me cuentan mis fuentes, es que coindieron en mesas contiguas y entablaron conversación con él. A tanto llegó la camaradería que el compositor uruguayo acabó invitando a estos fans al concierto. ¡Cómo lo oyen! Jorge, de verdad, eres lo más.
Estos amigos no fueron los únicos emocionados en el evento, porque la primera en confesarse súper nerviosa antes del concierto fue Cora Sayers. Fijo que la conocen. Cora es esta chica pontevedresa que canta como los ángeles y toca la guitarra que es una maravilla. Pues Cora ejerció de telonera y lo hizo genial, como siempre. Todo eso a pesar de que llevaba días "tremendo como un flan" según aseguró en Facebook.
Al final la experiencia fue espectacular. No solo el concierto, sino la velada entera, porque la comitiva artística acabó en el Pavero, el local de la madre de Cora, en el que seguro que Drexler dio rienda suelta a sus ganas de bailar. Aunque hubiera que mover las sillas, vaya si no. La compositora reveló a sus instagramers que acabaron "a las chorrocientas de la mañana" y que a pesar de lo cansada que estaba el domingo fue un placer estar con el artista. Drexler, que, recordarán, es pareja de la actriz y cantante (también) Leonor Watling. Desde ya les digo que si tú quieres volver a Pontevedra, Jorge, Pontevedra te quiere a ti. ¿Y qué mejor ciudad para criar a dos pequeñajos como los vuestros?
Hablando de conciertos, sigo intrigadísima con el recital sorpresa que cerrará este ciclo. ¡Una pista, por favor!
