CREO QUE la educación debe ser una de las máximas de cualquier persona, pero he de confesarles que esta vez la curiosidad me ha podido. ¿Por qué lo digo? Pues porque he decidido autoinvitarme a la cena que celebrará este viernes el BNG en el Recinto Feiral. Que conste que el primer plan era vigilar de cerca el móvil desde el sofá para estar al tanto de lo que se comentara en las redes y el Whatsap, pero finalmente el hambre de chascarrillos ha ganado el pulso. Pregunté a la organización si había algún problema en asistir y me dijeron que no, así que allí me plantaré. Estoy revisando el armario para elegir vestimenta y la verdad es que no lo tengo muy claro. A ver... obviamente están descartados los vestidos de cócktail y los taconazos, así que posiblemente opte por "rollo" vaqueros con una camisa mona y zapatillas cómodas, que en estas citas una acaba entregándose al baile y no quiero que el dolor de pies me chafe la fiesta.
El menú cuesta 15 euros, pero el contenido una incógnita. También me tiene en vilo la intervención que hará MiLores, que aprovechará la cita para confirmar de forma oficial su candidatura a la Alcaldía con motivo de las próximas elecciones municipales, previstas para el último domingo de mayo de 2019. Seguro que no defrauda, porque nuestro querido alcalde es veterano en la materia, pero falta por saber dónde situará la diana. Ya les contaré.
Y hablando de fiestas, este jueves se presentó la del Galo de Curral de Vila de Cruces, que el próximo 27 de mayo celebrará sus bodas de plata. La ocasión lo merecía, así que el alcalde, Jesús Otero, apareció hecho un pincel, presumiendo de una corbata de encaje de Camariñas que le regaló hace un año una diseñadora. Una pieza de diez, como también lo fue la cazuela de gallo que preparó un restaurante local y que degustaron periodistas y autoridades.
