Opinión

Sayonara, velutinas

Jorge Cubela. DP
photo_camera Jorge Cubela. DP

Vespertina, vetulina, vertolina... Llevamos ya no sé cuantos años luchando con las avispas asiáticas y todavía hay gente que no sabe cómo se llaman. Eso sí, pocos han escapado a los dañinos efectos que provocan las velutinas, ya sea porque han recibido una dolorosa picadura de uno de estos insectos o bien porque no consiguen recolectar una fruta de sus árboles que no haya sido picada por estos bichos invasores que, además, matan a las abejas autóctonas, que son las que producen la miel y tienen efectos tan beneficiosos sobre el medio ambiente y la biodiversidad, como llevar a cabo la polinización. 

Yo estoy muy concienciada y en mi balcón tengo una trampa para velutinas, pero no soy la única. El alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, también se ha propuesto echarle un pulso y ayer mismo colgó en sus redes sociales una foto de las últimas que capturó con una trampa. Con la frase "colleita de hoxe", mostró cinco avispas asiáticas bien muertas y con ellas animó a todos a colocar trampas, pues da resultado. Su receta para prepararlas es a base de azúcar, un sobre de levadura, zumo y cerveza. El regidor asegura que es superefectivo. 

Hay muchas más recetas que se pueden ver en Internet, pero lo importante es que cuantas más trampas efectivas se pongan, mejor, así que ya saben: pónganse en modo Sayonara, velutinas

El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, no sé si caza, pero lo que sí hace es casar, con s. Este pasado fin de semana fue el encargado de oficiar la ceremonia de Amelia, concejala del BNG y compañera de Gobierno en el municipio, que celebró sus bodas de oro con su marido Alfonso. Abraldes confesó que poder casar parejas es una de las obligaciones más bonitas que conlleva ser alcalde, pero formar parte de una celebración de 50 años de matrimonio, lo es todavía más, y sobre todo cuando los protagonistas son amigos suyos y personas tan entrañables como Amelia y Alfonso, como es este caso. Desde aquí nos sumamos a las felicitaciones y les deseamos que sigan siendo dichosos. 

Y hablando de felicidades, llevo desde este martes dándome latigazos porque me olvidé de algo muy importante: el pasado lunes nuestro compañero Edu de la Peña estuvo de cumple. Para ser exactos, 37 añitos maravillosamente llevados y por los que nos agasajó con una espectacular merienda de mañana y de tarde. Y yo me puse tan hasta arriba de torta que debí de sufrir un subidón de azúcar y se me olvidó felicitarlo en mi sección. Pero de hoy no pasa: ¡Muchas felicidades, Edu!

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