Opinión

¿Será la segunda parte de 'Fariña'?

SE ME ACUMULAN las felicitaciones y no doy abasto, por eso algunas van un poco desfasadas. Pero que sepan mis queridos aludidos que no me olvido de ellos. Por ejemplo, el gran Nito Sobral, uno de los alcaldes más dicharacheros y "enrollados" con los que he tratado, que este jueves llegó a la mágica cifra de los 65 años. Y digo mágica porque es la barrera que separa el estrés laboral de los placeres de la jubilación, aunque en el caso del de Poio poco descanso va a tener, porque la política no sabe de pensionistas y Nito ya ha dicho que le queda mucha cuerda. Vamos, que tenemos alcalde (o concelleiro, según dicten las urnas en mayo) para rato.

Ya que les hablo del BNG y de Poio, mis palomas mensajeras me cuentan que su responsable local, Pepe Luis Martínez, se puso este jueves un poco nostálgico y rememoró sus tiempos de juventud, aquellos en los que solía vestir de corto y darle patadas a un balón. Desconozco si era un jugador "normalito" y si el fútbol se quedó sin un futuro Messi, pero daría lo que fuese por verle compartir centros y pases con su compañero de equipo: nada menos que los ojitos más bonitos de la ría, Telmo Martín.

Quién les iba a decir a aquellos dos mozalbetes que más de 40 años después ambos acabarían dedicándose a la política, aunque en bandos bien distintos.

La agenda de este viernes es de lo más completa, pero tengo un evento marcado en rojo: la presentación del último libro de Juan Gómez-Jurado, el autor español de thriller más leído en todo el mundo, conocido como el Ken Follet español.

La gira que realiza por toda España para promocionar Reina roja le llevará este viernes a Bueu. Diez años después de su primera visita y tres tras la última, Librería Miranda vuelve a recibirlo en un acto que tendrá lugar en el Centro Social do Mar a las 19.00 horas.

Y antes de despedirme les cuento de lo que podría ser la segunda parte de Fariña. No, no es la continuación de la exitosa serie ni una secuela escrita por Nacho Carretero, aunque sí interviene uno de sus protagonistas. El libro se hizo mundialmente famoso por ser secuestrado judicialmente tras una denuncia del ex alcalde de O Grove, Alfredo Bea Gondar, por supuesta vulneración del derecho al honor. Pues bien, Bea ha vuelto a los juzgados para querellarse contra un empresario pontevedrés que en marzo se aprovechó de la estética de Fariña para promocionar su café, regalándolo en plena calle Michelena. En un aparte guardaba unos paquetes "para que Bea no me denuncie". Se ve que la petición no ha tenido mucho éxito. Pero como la consecuencia de la denuncia también sea el secuestro provisional del café, el emprendedor ya puede ir frotándose las manos. Ahí lo dejo.

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