CUANDO UNO hace bien su trabajo merece ser recompensado. Cuando uno es profesor, la mejor recompensa es que los alumnos te recuerden y reconozan que su buen hacer ha marcado su camino. Y eso es lo que sucede con Ignacio Touza, profesor de Matemáticas en el IES Valle Inclán de Pontevedra. Este jueves dos alumnos de este instituto recibieron sendos Premios Extraordinarios de Bacharelato y los dos quisieron agradecer el trabajo de Touza y la pasión que les inculcó por la materia. De hecho, los dos son ahora estudiantes universitarios y los dos han escogido el Grado de Matemáticas. Vamos, que Ignacio es mucho más que un profesor, es una de esas personas que marcan caminos y que saben guiar a sus estudiantes. Profesores de los que hacen falta. Una pena, sinceramente, que se vaya a jubilar en breve. Bueno, pena para los alumnos porque se pierden un profesor estupendo, pero bien merecido tiene disfrutar de la vida después de todos los años dedicados a la docencia.
Y hoy va la cosa de estudiantes, pues ‘miLores’ estuvo este jueves también en la recepción a los alumnos de Nueva Zelanda que estarán de intercambio en Pontevedra. Espectaculares fueron los bailes que se marcaron en la Praza de A Verdura y que hicieron que muchos pontevedreses hiciesen un alto en el camino para contemplar las peculiares danzas. Eso sí, de las tres canciones que interpretaron con cada baile no les puedo decir mucho porque, la verdad, no logré entender nada.
Peculiares eran también las capas ‘korowai’ que portaban los dos líderes del grupo, que saludaron oficialmente a ‘miLores’ empleando el saludo típico de los líderes maoríes y que implica juntar las frentes. Y allí estuvo nuestro alcalde, siempre tan campechano, adaptándose al protocolo maorí y saludando según el rito de nuestras antípodas.
