LA Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Pntevedra ha decidido interrumpir la serie de calendarios que venía editando con fines solidarios. Este año ha apostado por publicar una agenda con deportistas y empresarios que, vaya por delante, me encanta. El diseño es muy elegante, una especie de bloc muy útil, en el que uno puede ir programando sus retos. Sin embargo, he de confesar que la noticia también me produce algo de tristeza, porque significa que este año no tendremos la oportunidad de mirar a nuestra clase política y altos cargos con otros ojos, siendo protagonistas de grandes películas del cine o poniéndose en la piel del trabajador de a pie. Por ejemplo en la sección del año pasado, la AJE quería que los políticos pisaran el barro y conocieran de cerca lo difícil que es sacar adelante la empresa. Así, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fendández Lores, abría el almanaque simulando que cortaba el pelo al empresario Carlos Conde, mientras el regidor de Poio, Luciano Sobral, daba vida a un costurero, con la cinta de medir colagada al cuello y la vista fija en un rollo de tela. La presidenta de la Deputación, Carmela Silva, simulaba ser una 'profe' de guardería y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, cambiaba la americana por una sudadera para planificar la agenda de una empresa tecnológica. En ediciones anteriores también pudimos ver al preiodista Rodrigo Cota como Lobezno, al concejal Agustín Fernández como el Señor Fantástico y al líder de Marea, Luís Rei, como la Antorcha Humana y no hay que olvidar que el exlíder del PP local, Jacobo Moreira, emcarnando al capitán Jack Sparrow en el film Piratas del Caribe o formando parte del equipo de camareros del Carabela, ni a la exdiputada 'popular' Ana Isabel Vázquez haciendo pareja con Tom Cruise en el taquillazo de Top Gun. También fue memorable la aparición de la entonces delegada del Estado en el consorcio de la Zona Franca, Teresa Pedrosa, como el chef en el restaurante casa Solla, así como el 'papelón' del exlíder de los socialistas pontevedreses, Antón Louro, como miembro del equipo de talleres Baltar, con monon de trabajo incluuido. La lista continúa con un sinfín de nombres y situaciones que quedarán para el recuerdo. Veremos qué ocurre el próximo año.
