Opinión

Vaya mareo con el arbolito...

Árbol de Albacete. H.L.M.
photo_camera Árbol de Albacete. H.L.M.

ES LA comidilla desde que el pasado día 1 se inauguró el alumbrado navideño en la ciudad. El dichoso árbol de A Ferrería y sus luces (más bien, la ausencia de ellas) están dando mucho juego, con infinidad de comentarios y casi todos negativos. Ahora, con la incorporación de nuevas cintas de colores, parece que ha sido peor el remedio que la enfermedad, porque si antes había carencia de fotones, ahora tiene para exportar. No es que el exceso de luz sea desagradable, la cuestión es que tanto led parpadeando llega a marear. Y claro, la chispa de los pontevedreses no ha tardado en saltar, algunos ya lo han bautizado como el árbol epiléptico, el árbol pastillero o el árbol after hour.

Otros pronostican un serio problema ocular para las pobres palomas y hay, incluso, quien apunta que cualquier día de estos, tras una cena de empresa intensa, alguno seguirá la fiesta alrededor del árbol mientras en el móvil le suena a todo trapo el Esta sí, esta no de Chimo Bayo. Razón no le falta, porque ese diseño es más propio de la ruta del bakalao de los 80 que de la plaza más emblemática de Pontevedra.

Sin embargo, parece que el de A Ferrería no es el único árbol que ha cabreado a sus vecinos. En Albacete hay uno, con un diseño muy similar al de Pontevedra, al que han bautizado como el más feo de España e incluso le han puesto un cartel honorífico. Aquí, de momento, no hemos llegado a tanto. Como mucho, alguna quedada irónica por las redes sociales para colocarle los adornos de los que adolece, pero nada más...

Y ya que hablamos de Navidad y sus cosas, me cuentan que el tren turístico que cada año recorre Marín por estas fechas está siendo todo un éxito. En sus dos primeros días, más de 1.770 niños y mayores se han subido ya a él. Con semejante cifra, es fácil pensar que más de uno habrá repetido ruta.

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