CUANDO HABLAMOS de los países con mayor esperanza de vida, las diferentes clasificaciones mundiales que se hicieron antes de la pandemia situaban a España entre los tres primeros junto a Japón y Suiza. El orden ya es difícil de fijar por la falta de coincidencias. En cualquier caso, vivimos en una tierra que favorece la longevidad de sus ciudadanos, seguramente por la gran calidad de vida que tenemos, ya sea por la alimentación, el clima, la vida social, la sanidad y otros factores. Unas estadísticas que no se reflejan en las opiniones de muchos españoles, siempre con un concepto negativo de su país.
Esta última semana en Pontevedra y municipios cercanos podemos ver claros ejemplos de que la vida no es tan corta como pudiera parecer. Superando de largo las medias de longevidad están nuestros centenarios y centenarias. Miguel Anxo Fernández Lores lleva días ramo en mano como un joven enamorado en su primera cita. El martes se acercó al bar O Atrevido para felicitar a María Dolores Barreiro, que festejaba con su familia este aniversario al que todos aspiramos a llegar. El jueves se desplazaba hasta Monte Porreiro para estar al lado de otra centenaria como Dolores Arosa Sanjorge. Y este viernes tiene cita en la calle Santa Clara para conmemorar otra fecha histórica de otra vecina del municipio, Carmen Fernández Amil. Son ya ¡103 años! los que tiene esta maravillosa mujer.
![Lores visita a la centenaria Carmen Fernández Amil, que cumplió 103 años. DAVID FREIRE]()
Visita de Lores visita a la centenaria Carmen Fernández Amil. DAVID FREIRE
Pero el alcalde capitalino no es el único que cumple con estos agradables compromisos. Los regidores de Forcarei, Verónica Pichel, y Ponte Caldelas, Andrés Díaz, también tuvieron la suerte de acompañar estos días a dos de sus vecinas en cumpleaños centenarios, casos de Delfina López y Erciria Rosa Vidal.
Hablando de celebraciones, la que no para es la viguesa Susana Rodríguez. La paralímpica nos hizo disfrutar como locas con su oro en triatlón y ahora nos deleita con sus entrevistas, como la que le hicieron ayer en el programa Zapeando. Los de la Sexta aprovecharon la ocasión para reclamar un pedacito del codiciado metal argumentando que le habían deseado suerte antes de ir a Tokio. Parece que la factura por tan poco es bastante alta.
Con mucho menos dinero de lo que vale un trocito de oro espero solventar mi visita a Silleda para disfrutar este fin de semana de la Semana Verde, un evento al que no suelo faltar y que en esta ocasión seguramente tendrá condicionantes especiales a causa de la pandemia. Un viaje sencillo, no como los de Alfonso Rueda, que por la noche está en campaña en Vilagarcía, por la mañana tomándose un bocata y una Estrella en A Coruña y por la tarde promocionando el Camino Xacobeo en Astorga. ¡Qué energía!
