SI BUSCAN un ejemplo de entrega y superación, no pierdan más el tiempo, una servidora le resuelve los deberes. Además, con mucho gusto, porque entonces les podré hablar de Pablo Fernández, presidente de la Aje (Asociación de Jóvenes Empresarios) de Pontevedra. A su corta edad no solo es capaz de dirigir los hilos de la asociación, una de las más dinámicas de la ciudad, sino que tiene tiempo para viajar, entrenar como si no hubiera mañana y dejarse los pulmones con la trompeta para amenizar el paso de su comparsa, los Amoriños de Bora. Hace unos días lo pudimos ver disfrazado en la Feira do Cocido de Lalín, a donde acudió con su grupo musical para animar al personal y relajar las crudas temperaturas que entonces se registraban en O Deza. Además, Pablo es un 'crack' con la bicicleta y un auténtico apasionado de las dos ruedas sin motor. El hombre se lanza a la montaña cuando ni siquiera es de día para empezar a rodar bien temprano. Tanto, que tiene que recurrir a estas linternas que se ponen en la cabeza para poder ver algo de luz en esas sesiones de entrenamiento de infarto.
Dicen que la pasión mueve montañas, pero es que en este caso se suma la afición del empresario por participar en carreras extremadamente duras. De hecho, forma parte del equipo Ponte1Reto y ha participado la Titan Desert, una competición que exige estar al cien por cien. En definitiva, ¡bravo Pablo! Un buen ejemplo a seguir.
Cambiando de tercio. Me cuentan que este jueves nuestra queridísima presidenta de la Deputación, Carmela Silva, ofreció una rueda de prensa algo más corta de lo habitual, tal y como pidieron los periodistas al concederle el premio limón. Parece ser que la socialista ha empezado a labrarse el camino hacia el premio naranja con una comparecencia de media hora. ¡Bravo también! Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
