Opinión

Día de Buda

HOY ES el día del Vesak o día del plenilunio del mes de Mayo donde más de quinientos millones de personas en todo el mundo celebran las enseñanzas de Buda. Según la tradición fue en la primera luna llena del mes de Mayo cuando Buda nació, alcanzó la iluminación y en la misma fecha ochenta años después murió. Buda no es una persona sino que es un estado de conciencia. El Budismo enseña que cualquiera puede liberarse de sus ataduras mentales y emocionales a través de la práctica de la meditación. Se trata de una doctrina filosófica no teísta que ofrece una herramienta metodológica a cada ser humano para que pueda ser él mismo el protagonista en su camino hacia el bienestar, la paz y en último nivel alcanzar la iluminación. El método es el Yoga, cuyo significado es "Unión". La práctica del Yoga es la práctica de la atención plena en el momento presente a través de la respiración. Concentrándonos en la respiración vamos progresivamente eliminando la ansiedad, las perturbaciones de la mente, las imágenes, los sonidos, los recuerdos, los miedos y damos paso a la calma y la serenidad donde toda la realidad se descubre desde un prisma completamente nuevo y positivo.

La práctica del Yoga es un cántaro que se va llenando de agua gota a gota, lentamente, pero cuyos resultados se perciben desde el primer día


La práctica del Yoga es un cántaro que se va llenando de agua gota a gota, lentamente, pero cuyos resultados se perciben desde el primer día. La meditación implica concentración en el silencio y en el vacío para alcanzar la profundidad del ser. La finalidad de la meditación y del Yoga es la superación del sufrimiento y el miedo hasta alcanzar el despertar de la conciencia. El Budismo enseña que es nuestra mente la causante de todos nuestros males. El miedo se muestra a través de los pensamientos los cuales son la causa del sufrimiento en muchas personas. A través del Yoga podemos romper esta dinámica para tener una vida mucho más plena. Es un camino hacia el amor, la felicidad y la compasión. El Budismo señala que el infierno o el cielo están dentro de cada ser humano tal como explica el siguiente cuento: Un viejo sabio estaba sentado al borde del camino meditando cuando de pronto escucha la voz potente y agresiva de un guerrero: "¡Oye, viejo, dime a que se parecen el paraíso y el infierno!". El sabio no manifiesta reacción alguna y lentamente abre los ojos sonriendo ante el guerrero cada vez más impaciente, ansioso y agitado. "¿Deseas conocer los secretos del paraíso y del infierno? ¿Tú, con ese aspecto miserable, esas botas fangosas, pelo áspero y espalda oxidada? Tú, que eres tan horrible, te atreves a pedirme que te hable del paraíso y del infierno?" . El guerrero ciego de rabia, lo insulta, desenvaina la espada y la alza por encima de la cabeza del anciano con la intención de degollarle. En ese preciso momento el sabio pronuncia suavemente: "Eso es el infierno". El guerrero se detiene en seco y se queda con la boca abierta, paralizado, lleno de sorpresa, respeto y compasión ante aquel hombre que arriesgó su vida para transmitirle esa enseñanza. Los ojos se le llenan de lágrimas, amor y gratitud. "Y eso es el paraíso". Concluye el anciano.

Comentarios