Opinión

Día de las Naciones Unidas

HOY se celebra el día de las Naciones Unidas para conmemorar la entrada en vigor del tratado internacional por el que se constituyó la ONU el 24 de octubre de 1945. La razón de su existencia, desde el inicio, radicó en la necesidad de construir un parlamento mundial basado en la diplomacia y la negociación entre todos los estados del planeta para evitar los desastres causados por las dos guerras mundiales acontecidas durante la primera mitad del siglo XX, así como velar por la paz, la seguridad y el desarrollo de todos los habitantes del mundo en el futuro. Más de setenta años después, las Naciones Unidas han cosechado numerosas críticas por los fracasos diplomáticos que se han traducido en numerosos conflictos internacionales como la guerra de Vietnam, las guerras en Uganda, Somalia, Sierra Leona, República Democrática del Congo, Nigeria, el genocidio en Ruanda, guerras civiles en Etiopía, Angola, Líbano, la guerra en la antigua Yugoslavia, golpes de estado en América Latina, el conflicto entre Israel y Palestina o las guerras en Afganistán, Irak y Siria, citando las más recientes. Las Naciones Unidas necesitan una gran reforma para dotar con mayor poder a la Asamblea General, órgano representativo de la democracia mundial, donde cada estado, tiene un voto, pero sus resoluciones no tienen carácter obligatorio. Son declarativas, recomendatorias. Las resoluciones de la Asamblea General, no obstante, crean costumbre en derecho y en base a esa costumbre van generando jurisprudencia. Son vinculantes, por el contrario, las resoluciones del Consejo de Seguridad, encargado de velar por la paz mundial. El Consejo de Seguridad está compuesto por cinco miembros permanentes con derecho de veto, Gran Bretaña, Francia, USA, Rusia y China. Una resolución del Consejo de Seguridad solo es válida con la aprobación unánime de todos sus integrantes, pero debido a los intereses geoestratégicos individuales, las resoluciones que afectan a la seguridad mundial son vetadas mutuamente. Se debe dotar de mayor poder a la Asamblea General de las Naciones Unidas para que sus resoluciones sean vinculantes y de obligado cumplimiento para el resto de los estados, porque es el órgano democrático que mejor representa las voces del mundo. Hay que eliminar el derecho de veto en el Consejo de Seguridad. No puede ser que los mayores exportadores de armas del mundo sean los encargados de velar por su seguridad. Ni es legítimo, ni es moral, ni es democrático y además es un contrasentido. Pero no todo han sido fracasos en las Naciones Unidas. Gracias a su existencia todos los días se toman decisiones en favor de los derechos humanos, tienen lugar debates que visibilizan problemas en todo el planeta, se buscan soluciones, se realizan proyectos que benefician a millones de personas, se han evitado miles de conflictos militares, se han salvado millones de vidas y no hemos vuelto a matarnos entre todos desde 1945. Y cada día, se sigue reivindicando como hoy, la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El acuerdo más importante en la historia de la humanidad.

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