DESDE EL infierno, el abandono, el exilio, la caída, oscura, sombra, celda, sombría, cumbre, acantilado, hondura, abismo. Escribir en la miseria, vender a euro un poema, estaciones de tren, angostas carreteras. Escribir en humildad, pobreza, callejones, portales, arcenes, aceras, infinita soledad impera. Escribir desde la altura, metáfora que vuela, ligera y lisonjera, por el pasto, el trigo, el campo y la higuera. Escribir en verano, invierno, otoño y primavera. Escribir desde el arroyo, el río, el umbral, la selva.
Desde el pantano, el remolino, el cañaveral, la montaña y la tierra. Escribir en la riqueza, candelabros, espejos, velas, plata, cristales opacos reflejando vanidades altaneras. Escribir desde el fracaso, el éxito, el premio, el castigo, todo trivial, todo vano, superfluo, efímero. Escribir en el tiempo, donde permanece la palabra, inexorable, yace, reposa, sueña, calma. Escribir como terapia, arte, juego, haiku, verso, poema. Escribir al compromiso, patrias, banderas, caídos, guerras, vencidos, derrotados, expulsados, marginados, exiliados, olvidados de la historia y del sistema. Escribir al ausente, al anciano, al joven, al enfermo, al ciego, al sordo, al mendigo, al perdido, sin brújula, ni estrella. Escribirle este verso como un mapa e iluminar con luz la oscura sombra proyectada en su vereda. Escribir desde el muelle, el bar, la barra, la terraza, la mesa. Escribir es disparar en la trinchera. Escribir sobre la paz, política, ideales e ideas. Escribir desde la historia, Babilonia, Alejandría, Atenas, Egipto, Roma, Grecia, Damasco, Bagdad, Sicilia, Etiopía, Sudán, Somalia y Eritrea. Escribir Mediterráneo, tumba de agua abierta. Ahogados, refugiados, salvados, niños arriesgando vidas por oler tierra Europea. Escribir al cometa, la lluvia, el sol, la nieve, el hielo, la escarcha, océano, arena. Escribir desde el dolor, la desazón, la vacuidad, la belleza.
Escribir tensando el arco, lanzar la flecha, traer de vuelta una presa, una canción, un dibujo, una escultura, un paisaje, una verdad, una nube, un pájaro que vuela. Escribir contra el olvido y la memoria. Escribir contra cultura, contra corriente, contra todo, contra nada y para siempre. Escribir atemporal, al porvenir, la providencia. Escribir una gota, mariposa, agua, rosa, luna llena, regando el papel con tinta de oro eterna. Escribir sobre la mente, el polvo, las estrellas, tallar a pulso la palabra en piedra, esta piedra, blanca, abierta, este artículo de prensa, elevado, atrevido, insólito desierto, donde la gramática desnuda se abre como flor en los campos arrasados y crece alegre despejando polvaredas. Escribir como aliento que impulsa el viento, sin pensar, sintiendo. Escribir, sobrevivir, sin esperar, nada, nadie. Escribir por escribir, mensaje oculto, tesoro, botella al mar pasado, vino del presente, cesta de uvas arrojadas al futuro para que tus ojos abiertos recojan esta siembra, arada en este texto. Y calme tu sed. Y sea fuente, fruta, sueño. Sea paz, utopía y alimento.
