Opinión

Lento pero viene

SOBRE ESTE poema del poeta uruguayo Mario Benedetti habremos de construir y vivir nuestro presente. “Lento pero viene, el futuro se acerca, despacio pero viene, hoy está más allá de las nubes que elige y más allá del trueno y de la tierra firme, demorándose viene cual flor desconfiada que vigila al sol, sin preguntarle nada, iluminando viene, las últimas ventanas, ya se va acercando, nunca tiene prisa, viene con proyectos y bolsas de semillas, con ángeles maltrechos y fieles golondrinas, despacio pero viene, sin hacer mucho ruido, cuidando sobre todo, los sueños prohibidos, los recuerdos yacentes y los recién nacidos, ya casi está llegando, con su mejor noticia, con puños, con ojeras, con noches y con días, con una estrella pobre, sin nombre todavía, lento pero viene, el futuro real, el mismo que inventamos nosotros y el azar, cada vez más nosotros y menos el azar". La esperanza de una vacuna para este enemigo invisible que se propaga velozmente cada vez está mas cerca. Quizás en septiembre, tiempo de vendimia. Quizás cuando el color caoba tiña las hojas rojizas de las secuoyas en octubre. Quizás al caer las primeras castañas sobre la hierba húmeda en noviembre. Quizás en diciembre, como regalo navideño que unos reyes magos de la ciencia alumbrarán en su laboratorio para que brindemos en fin de año celebrando el placer de estar vivos. Solo entonces, ahí, volveremos a la normalidad. Esa que conocemos. La de los abrazos, los besos, el afecto regalado al estrechar bien fuerte unas manos. La de los viajes programados que conceden el sueño de viajarlos imaginándolos. La normalidad de las fiestas, la familia, los amigos, los juegos libres de los niños. La escuela abierta, las excursiones, los aviones, los trenes, los barcos, los conciertos, las orquestas, los bailes en los pueblos. Esa normalidad
que soñamos. Esa normalidad que vivíamos. Con todas sus incertidumbres. Con todos sus vaivenes. Plena de argumentos. Esa vacuna nos devolverá la confianza, la seguridad y la normalidad para volver a vivir en colectivo con una sonrisa dibujada en el rostro y haremos una gran hoguera con todas las mascarillas. Recordaremos estos meses como una extraña pesadilla. Nos daremos cuenta que éramos felices, pero no lo sabíamos. Lento, pero viene. El futuro se acerca, despacio, pero viene.