Opinión

Nomadland, una película necesaria

A PELÍCULA galardonada en los premios Oscar de Hollywood es un filme duro, implacable y sin concesiones que trata sobre la américa profunda y los miles de trabajadores que pierden sus empleos por la deslocalización del trabajo y la precariedad de las condiciones laborales en las grandes plataformas y cadenas de suministro de productos. Al no poder pagarse una casa se ven obligados a utilizar su auto caravana como hogar rodante. Es el sueño americano convertido en pesadilla. Hablan los fracasados, los expulsados del sistema, los que circulan como nómadas vagabundeando por las carreteras secundarias de toda norte américa buscando trabajos temporales que les permitan sobrevivir. pero también es un canto a la libertad y al mundo comunitario, porque todas esas autocaravanas se encuentran en diferentes latitudes para celebrar la vida y compartir problemas al calor del fuego en cualquier noche estrellada. Se ayudan mutuamente, como un pueblo diseminado, citándose ocasionalmente en la vasta y dura geografía de un territorio climáticamente hostil, refugiados de un sistema económico que vomita contratos semanales para saciar su voracidad ganancial satisfaciendo el consumo desenfrenado de la venta on line. la carretera en américa es mucho más que una vía de transporte. Es un concepto. una metáfora. “On the road again” es una canción Willy Nelson y también del grupo musical Canned Heat. la carretera de la vida, el viento de la libertad, la melancolía y la nostalgia a través del cristal cruzando los parajes abruptos de un país que es un mundo entero en el que caben desiertos, selvas, bosques, montañas nevadas, costas color esmeralda, pueblos donde se escucha la guitarra en un blues de madrugada y metrópolis babilónicas cuyos edificios traspasan las nubes atmosféricas. América quimérica. América soñada. Quien no desearía alquilar una caravana, ahora que están de moda, para recorrer ese planeta y admirar sus circunvalaciones geográficas, sus acantilados de mármol, sus playas, ríos, lagos salvajes, perderse en cualquier condado o naufragar en Nueva Orleans al ritmo de una banda de jazz hasta deslizarse lentamente por la costa Californiana mientras suena Sweet louisiana Sound de Billy pilgrim. Hay una América idealizada como esta y otra américa muy real compuesta por miles de caravanas nómadas conducidas por personas muy ostiadas por la vida pero llenas de humanidad y dignidad que merecen ser visibles. Esta película los muestra, por eso es necesaria

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