Opinión

Objetivos Desarrollo Sostenible

Los objetivos de desarrollo sostenible, también llamados ODS, constituyen el plan estratégico global mas importante de la historia de la humanidad por varios motivos. EL primero es su origen. Durante el año 2015 en la sede de las Naciones Unidas, 193 países del mundo se pusieron de acuerdo en 17 objetivos que el planeta debería alcanzar para el año 2030. El simple hecho de poner de acuerdo a 193 países en 17 asuntos constituye de por si un auténtico hito histórico. Teniendo en cuenta lo difícil que resulta poner de acuerdo a 3 o 4 personas en cualquier asunto irrelevante imagínese usted poner de acuerdo a 193 representantes de 193 países diferentes en culturas, lenguas, religión, ideologías, historia o interpretación de la realidad contemporánea. En segundo lugar, su importancia reside en el proceso de toma de decisiones. En lugar de acordar los objetivos de manera vertical y gubernamental tuvo lugar un proceso de participación internacional donde se involucraron empresas, organizaciones sociales, instituciones, ciudadanos y gobiernos. En tercer lugar, su importancia reside en que no es una declaración de intenciones, sino que es un programa detallado, donde cada objetivo tiene su correspondiente meta y existen cientos de indicadores para evaluar su cumplimiento. En cuarto lugar está su obligatoriedad. Está agenda 2030 compuesta por 17 ODS incumbe a todos los gobiernos que han firmado el acuerdo, incluido España, pero también a todas las administraciones autonómicas, ayuntamientos, empresas, centros educativos y sobre todo, a los ciudadanos. En quinto lugar su importancia reside en la oportunidad. Los 17 ODS constituyen una oportunidad única de crecimiento y desarrollo para todos. En un planeta cada vez mas interconectado y global, el trabajo conjunto entre gobiernos, empresas y entidades sociales ofrece beneficios a todos los actores porque internacionaliza las acciones locales, los productos empresariales y desarrolla las comunidades en todas las regiones. En sexto lugar su importancia reside en su urgencia. Ya no podemos actuar de manera aislada como gobiernos estatales, como empresas que compiten en solitario, como organizaciones con proyectos propios y únicos. La cooperación internacional para el desarrollo en programas tecnológicos, culturales, empresariales, educativos, sanitarios o económicos ya no solo es una idea utópica de las “ONG” para acabar con la pobreza, es que no hay otra alternativa y además, es la única manera de garantizar un desarrollo sostenible para el mundo. La pandemia mundial ha ejemplificado que sin cooperación internacional para la investigación y desarrollo de vacunas ahora mismo el impacto de las enfermedades que no saben de patrias, ni de banderas, ni de fronteras, hubiera sido mayor. Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030 no son ni de izquierdas, ni de derechas, ni de arriba ni de abajo. Son de sentido común y cualquier persona los puede suscribir. Ahora solo queda que de verdad, nos lo creamos, alineemos las políticas públicas locales, autonómicas, los planes estratégicos empresariales y educativos con los indicadores de los ODS y construyamos alianzas internacionales para que cuando llegue el año 2030 este planeta sea un lugar mucho mejor para vivir. Esta generación tiene la oportunidad histórica de convertir el sueño de una humanidad unida en el progreso, la paz y el desarrollo en realidad.