Opinión

¿Qué está pasando realmente en España?

Si el Santander decide que con Podemos no, pues con Podemos no.. Y si el Santander o el BBVA llaman por teléfono a Rivera para que apoye a Sánchez, pues Ciudadanos apoyará a Sánchez
ESCRIBO ESTE artículo sin saber qué ocurrirá a lo largo de las próximas horas sobre la posibilidad de un pacto de gobierno que facilite la investidura de Sánchez. Sin embargo, me arriesgo a adivinar que al final del día tendrá lugar ese pacto y el PSOE gobernará en solitario, bien con el apoyo de Unidas Podemos, bien con el apoyo de Ciudadanos. Ambos esgrimirán el deber moral, la altura de miras, la responsabilidad de Estado para favorecer la gobernabilidad y la estabilidad de España ante los importantes retos que enfrenta nuestra economía y nuestra sociedad: Recesión mundial en el año 2020 por la crisis de la deuda externa, guerra comercial entre USA y China que provocará un alza en los precios de los productos, conflicto en Oriente Medio entre Arabia Saudí, Yemen e Irán con la participación de Israel, USA, Rusia y Turquía, la promesa electoral de Benjamín Netanyahu de anexionarse el Valle del Jordán y territorios Palestinos en cuanto gane las elecciones y por supuesto el Brexit, la salida de Inglaterra de la Unión Europea, con sus nefastas consecuencias para los derechos de libre circulación, residencia y empleo para los ciudadanos de la isla Británica y el continente Europeo. Estos son los mayores retos que tenemos por delante en los próximos meses pero nuestros partidos políticos no pactarán un apoyo a Sánchez por estas cuestiones ya que poco les importan realmente, básicamente, porque no son conscientes. Les importa por supuesto la sentencia del juicio a los políticos presos catalanes simplemente por una cuestión electoralista. Lo que priorizan realmente los partidos como cualquier empresa es su propia supervivencia. Un adelanto electoral no le conviene ni a Ciudadanos ni a Podemos por cuestiones exclusivamente económicas. La pérdida de más escaños en el grupo parlamentario de Unidas Podemos o en Ciudadanos mermaría la financiación de ambos grupos y les llevaría a cerrar oficinas, despedir empleados, asesores, empresas externas, desprenderse de medios y disponer de menos recursos en sus departamentos de comunicación, lo que frenaría drásticamente el potencial de estos dos nuevos actores en el sistema político español, como impediría lógicamente la sostenibilidad de cualquier empresa si disminuyen sus recursos y su financiación. Apoyando a Sánchez, ganan tiempo, un tiempo crucial y precioso para ganar peso político y electoral en el mercado de votantes, mientras contemplan al líder del PSOE en un trono de paja ardiendo lentamente durante los dos primeros años sobre una pila fúnebre como un muñeco en una mascletá, hasta que se convoquen nuevas elecciones a través de una moción de censura. Un gobierno tan débil, sin el apoyo de ningún partido en coalición, será un gobierno efímero. El equipo de asesores de Sánchez, la patronal de la CEOE y los Bancos, a quienes el PSOE les debe muchos millones de euros cuyo plazo vence en diciembre, han decidido que un gobierno de coalición con Podemos no puede ser. Y aquí, quien financia, manda. Si el Santander decide que con Podemos no, pues con Podemos no. Y si el Santander o el BBVA llaman por teléfono a Rivera para que apoye a Sánchez, pues Ciudadanos apoyará a Sánchez. Pero este relato tan simple, pero real, no figurará en las ruedas de prensa de mañana. Tendremos gobierno, los partidos que le otorguen el apoyo a Sánchez ganarán simpatía social por su responsabilidad de Estado y la actualidad política será la crónica de una muerte anunciada. ¿Por que no hubo gobierno de coalición? Porque el banco que financia al PSOE no lo permitió. Quien manda en España, ¿los partidos o los bancos? La respuesta está clara. Quien paga manda. No vivimos en una democracia. Vivimos en una partidocracia sometida a los intereses de las oligarquías económicas: Bancos y Fondos de Inversión. ¿Solución?: Meritocracia. Elegir a los cargos públicos en base a sus méritos académicos y profesionales como se elige a los jueces. ¿Se imaginan partidos formados por médicos, electricistas, fontaneros, o deportistas compitiendo por tener una plaza de juez en unas elecciones al Consejo General del Poder Judicial, al Tribunal Supremo, al Tribunal Constitucional o a los Juzgados Provinciales donde nosotros les votáramos para administrar la justicia en todo el país? ¿Surrealista, verdad? Pues eso mismo ocurre con la función y gestión pública. Que entra cualquiera. Barra libre. Aunque quizás me equivoque, no haya pacto y vayamos a elecciones. No pasa nada. Solo nos costarán 200 millones de euros. 200 millones de euros que podríamos haber invertido en dependencia, guarderías o escuelas públicas. Es lo que pasa cuando dejamos administrar nuestro dinero a cuatro partidos que son realmente cuatro empresas electorales financiadas con nuestros impuestos y los préstamos bancarios. Si para ser médico tiene tienes que estudiar en la facultad de medicina y para ejercer como abogado en la facultad de derecho y para trabajar como ingeniero en la facultad de ingeniería… ¿Para que sirve entonces la facultad de ciencias políticas? He ahí nuestro problema.

Comentarios