Opinión

Que no te roben el mes de Abril

Nunca choveu que non escampara. Esta frase resume a la perfección el carácter estoico de la filosofía gallega. Ante cualquier adversidad que uno se encuentre en la vida bastará pronunciarla para disolver cualquier preocupación y desánimo con una sonrisa afirmativa de complicidad. La moral estoica es una filosofía de vida. Se trata de una ética elevada y más necesaria que nunca en estos tiempos de alarma, enclaustramiento, noticias falsas, miedo, ansiedad, desconfianza e histeria colectiva. Las lluvias ancestrales en Galicia han forjado el carácter de su pueblo. Un pueblo acostumbrado a resistir antes los vendavales del invierno, el frío, el hambre, la muerte, la emigración y la soledad.

No se trata de resignación. Se trata de sabiduría. Ante las olas encrespadas del océano el pescador que sale a faenar al alba para traer buen marisco intuye que la serenidad es su único salvavidas en mitad del temporal. Ante la helada que arrasa la vid el campesino contempla la tierra y las estrellas para adivinar mejores cosechas. Conoce el ritmo de las estaciones, los sutiles cambios de la naturaleza.

Cuando creas que todo se viene abajo aleja a los agoreros del desencanto, a los conspiradores del escándalo, a los prestidigitadores del caos, a los liliputienses de la crítica, quítate de encima a los mercaderes del templo y a todos los creyentes dogmáticos. Toda la historia de la humanidad es una enciclopedia de plagas, guerras y desastres pero siempre hemos salido hacia delante silbando una canción.

Ahora mismo el gobierno ha encerrado y aislado en sus casas a cuarenta y ocho millones de personas cuyo único contacto con la realidad es a través de las pantallas. Estas pantallas están dominadas por Google, Facebook, Instagram, WhatsApp, Twitter y los grandes medios de desinformación global que bombardean hora tras hora con lamentables cifras de muertos causadas por un virus invisible cuya vacuna parece que ya está preparada pero aún no se distribuye.

El año anterior, 2019, otros virus gripales triplicaron las cifras de fallecidos actuales pero nadie se enteró, ni se alarmó, ni los medios de comunicación publicaron diariamente los 525.300 contagiados y 6.300 muertos que causó, desgraciadamente, para sus familias.

Cuando todo esto acabe, habrá que evaluar en que medida fueron legítimas las medidas adoptadas por el gobierno, entre ellas, quitarle la libertad a millones de niños en nuestro país o hundir la economía de los autónomos. Habrá que blindar la sanidad pública para que no vuelva a ser objeto de más recortes porque la falta de medios en los hospitales es una consecuencia directa de las políticas públicas neoliberales de austeridad y privatización llevadas a cabo durante los últimos años. Habrá que soterrar para siempre la teoría capitalista que afirma que el sector privado es más eficiente que la gestión pública y habrá que repensar como hemos sido capaces de someternos a la supresión de nuestras libertades constitucionales y derechos humanos más fundamentales sin alzar la voz, sin ni siquiera cuestionarlo.

La capacidad crítica de la realidad y la libertad de expresión es indispensable en estos días. Te podrán quitar el trabajo, te podrán robar tu dinero, te podrán quitar el coche, la familia, el perro, te podrán quitar la casa, pero jamás, jamás, jamás te podrán quitar la primavera. Ya nos robaron el mes de Marzo. Que no te roben el mes de Abril.

Comentarios