Opinión

Pontevedra es de Asobal

EL ACUERDO de la asamblea general de Asobal que deja fuera de la competición a la SD Teucro y al BM Cangas por incumplir los requisitos económicos y administrativos establecidos para poder participar en la máxima competición del balonmano español ha caído como un jarro de agua fría en Pontevedra y más de uno llegó a pensar que se trataba de un mal sueño, de una pesadilla, pero si alguien no lo remedia el golpe puede ser definitivo para dos entidades que vienen arrastrando problemas económicos desde hace años.

Es de suponer que ambos clubes recurrirán la decisión de Asobal y que al final imperará el sentido común, que lo que con tanto sudor han conseguido en la pista unos y otros pesará más que los defectos de forma, para que Pontevedra y Cangas puedan volver a disputar un derbi en la máxima categoría.

Sorprende también que, hasta ahora, ningún directivo del Teucro ni del Cangas hubiese dado la alarma sobre lo que podía suceder en la asamblea de Asobal, sobre todo porque los responsables del equipo azul siempre han hecho gala de una gran transparencia y no han dudado en hacer públicas las dificultades económicas por las que atravesaba la entidad a la hora de solicitar el apoyo de los aficionados, instituciones o empresas.

El Teucro y el Cangas han escrito numerosas páginas en la historia del balonmano español y no se merecen que un borrón así manche su trayectoria

Si en España hay una provincia balonmanística por excelencia esa es Pontevedra, que en sus años dorados llegó a tener hasta cuatro equipos en la máxima categoría (Teucro, Octavio, Cangas y Chapela), por no mencionar que hace años la teucrista fue considerada la mejor afición.

El balonmano es el segundo deporte en el Sur de Galicia en número de fichas, clubes y aficionados y es de esperar que el secretario xeral para el Deporte muestre no solo su apoyo a las dos entidades, sino que dé un paso al frente y enarbole la bandera del balonmano gallego para impedir que se consume la decisión.

Pero, sin duda, los primeros que tienen que dar explicaciones públicamente son los directivos del Teucro y el Cangas. Que digan cuál es el problema y la posible solución o, de lo contrario, el esfuerzo por llegar hasta aquí habrá sido en balde.

Ni Pontevedra ciudad ni la provincia, y mucho menos Galicia, pueden aceptar una afrenta deportiva como la que pretende llevar a cabo la Asobal. Es un sinsentido que puede acabar por dar la puntilla no solo a esas dos entidades, sino que puede tener un efecto dominó y acabar perjudicado al resto de los clubes.

El Teucro y el Cangas han escrito numerosas páginas en la historia del balonmano español y no se merecen que un borrón así manche su trayectoria, porque si algo parece claro a día de hoy es que Pontevedra es de Asobal.

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