Opinión

Recordando al Galatea

Ya decía Ortega que España era el único pueblo en donde las izquierdas hablan solo de sus problemas y no le interesan las necesidades históricas de la nación

AHORA QUE se acerca el verano a los que nos gusta esta época, el mar y los barcos, nos viene a la retina la imagen del bergantín goleta Juan Sebastián Elcano, barco más representativo de la Armada española que queda en España. Esta imagen nos recuerda también a otro barco de nuestra Armada, el Galatea, en donde la mayoría de los marinos y patrones españoles velaron sus armas para cumplir el servicio militar de entonces.

Este antiguo velero fue perdiendo vida activa en los muelles de Ferrol, que es donde debiera de estar ahora, y fue vendido a los ingleses que lo restauraron como barco museo. Ahora se encuentra en los muelles de Glasgow, ciudad donde, curiosamente, había sido construido en el año 1896. El gobierno español del año 1992, y con motivo de la Expo de Sevilla, lo desplazó a esta ciudad con la intención de que, amarrado junto a la Torre del Oro, sirviera de centro de comunicación durante esta exposición. La idea era la de restaurarlo después como buque museo de nuestra escuela de marinos.

Pero no se hizo, ni una cosa ni la otra, por su elevado coste. El barco es abandonado a su suerte hasta que un día el Ministerio de Defensa del Gobierno de Felipe González decide subastarlo. Es cuando lo compra una fundación escocesa, por cinco millones de las antiguas pesetas, y lo traslada a la ciudad de Glasgow, donde lo restauraron inmediatamente. Allí sigue, amarrado en el puerto, como barco museo y recibiendo visitas constantes.

Algunos militares prefieren hundir en el océano un barco que no sirve, pero otros prefieren verlo entrar con el nombre de Glasgow en el puerto de La Coruña con los demás veleros históricos que tiene España. Pero fue la Clyde Maritime Centre la que consideró el barco por encima de lo que lo consideró España.

Algunos tuvimos la suerte de visitarlo en su muelle de destino de la ciudad inglesa y pensamos que fue víctima de la decisión de un gobierno que lo despreció y lo vendió lo más barato que pudo. Esperemos que estos desprecios que se hacen a nuestra historia no se repitan llegado el momento del Juan Sebastián Elcano, que también puede ser víctima de un nuevo expolio de nuestra historia.

Hace muchos años ya decía Ortega que España era el único pueblo en donde las izquierdas hablan solo de sus problemas privados y no interesan las necesidades históricas de la nación. Podría pasar lo mismo con el Juan Sebastián Elcano?

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