Opinión

¿Qué pinta la esposa de Pedro Sánchez en un viaje de Estado?

Las revistas del corazón se han apresurado a dedicar amplios espacios a la vestimenta de la esposa del presidente del Gobierno, lo que convierte este episodio en paradigma de la frivolidad

¿Qué hace la ciudadana Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez en un viaje oficial, de Estado, a costa de los contribuyentes? La esposa del Pedro Sánchez es una ciudadana particular, no representa a nadie salvo a sí misma, no es un cargo del Estado, no es la primera dama ni cosa parecida. ¿Qué hace en un viaje de Estado que pagamos los contribuyentes y qué hace entre el presidente y el ministro de Exteriores, sin ser nada de nada, en una foto oficial? Sánchez se cree lo que no es y no sabe que, como dicen los ingleses, no se lleva la esposa a la oficina. Por si faltara algo, en la foto final la señora Gómez es colocada a la derecha de Sánchez entre éste y el ministro de Exteriores. Es decir, se le reconoce un rango oficial. Los demás representantes españoles no llevan obviamente a sus parejas.

Las revistas del corazón se han apresurado a dedicar amplios espacios a la vestimenta de la esposa del presidente del Gobierno, lo que convierte este episodio en paradigma de la frivolidad. Como saben, se maneja el equívoco de llamarla primera dama, concepto que en España no existe, y que, en todo caso, como en otros países, correspondería a la esposa del jefe del Estado, en este caso, la reina. Pero Sánchez lo ha vuelto a hacer, como ya lo hiciera en su día Aznar, que también gustaba de llevar a su esposa a viajes de Estado. Rajoy no llegó a tanto, pero en el acto de firma de la abdicación del Rey, colocó a su esposa en el solemne acto en el Palacio Real entre él mismo y el presidente del Congreso como si fuera una autoridad del Estado.

El reciente viaje de Sánchez a los Emiratos Árabes no fue una excursión privada, sino en todo caso, un acto de trabajo del presidente, quien ignora aquello de que no se lleva la esposa a la oficina, como dicen los ingleses. Pero las crónicas del marujeo nacional alaban el buen gusto de la señora Gómez y la hacen rivalizar con la mismísima reina. Dice la crónica rosa "Begoña Gómez triunfa en Abu Dabi con un vestido de 180 euros, de la nueva marca fetiche de la reina Letizia. Escogió un vestido de la marca de moda de Inés Domecq, The IQ Collection. Este diseño ya lo lució antes Belén Rueda, pero en otro color". Begoña reapareció en Abu Dabi "en un acto institucional" con motivo del Día Nacional de España en la Expo 2020, que se celebra desde octubre. Luego se dan detalles del vestuario, el calzado y lo habitual en estos casos, maquilla, peluquería, etc. Como una reina.

El presidente Sánchez gusta de viajar a lo grande, y aparte de llevarse a la esposa, no para en barras. Durante su estancia en los Emiratos Árabes se alojó el hotel Dukes The Palm, uno de los más lujosos de la zona, en la isla artificial de Palm Jumeirah. Este singular establecimiento está a media hora del recinto de la Expo, donde pasaron la mañana antes de regresar a Abu Dabi. El privilegiado lugar donde pernoctó el matrimonio Sánchez está en una de las islas artificiales, famosa por sus panorámicas y el entorno, con playa privada y lujo oriental en todos los sentidos.

El complejo hotelero, gestionado por una cadena hotelera español tras su acuerdo con la compañía Seven Tides International, está situado en la exclusiva zona de Palm Jumeirah, una de las islas artificiales del emirato, donde cuenta con unas vistas panorámicas espectaculares a los rascacielos de la Marina de Dubái y el Golfo Pérsico, además de una playa privada de ensueño. Sánchez se reservó, como no podía ser menos, una suite de lujo. En cambio, los empleados de las instalaciones españolas de la Expo, que cobran unos 1.500 euros de media a mes, han de pagar caso 600 por el apartamento discreto donde viven, en tanto los trabajadores de otros países están mejor instalados.

Pero, insistimos, ¿en función de qué se llevó a su parienta con él?

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