Opinión

Cuando avanzar es un desvío

LO MÁS más probable es que haya que ir olvidándose de que Fomento dé una solución a la ‘desfeita’ que proyectó, aprobó y levantó con la A-8 en el ya famoso O Fiouco. El aviso indirecto hay que deducirlo en la convocatoria a los medios para presentar ayer en A Coruña -ya puestos pudieron trasladarse a Mondoñedo- un sistema pionero para el cierre de ese tramo de la A-8, que será ordenado desde A Coruña y «que activará paneles y mensajes luminosos en la calzada que guiarán a los conductores» hacia fuera. Promete todo un espectáculo para no resolver el problema. Cuando el delegado del Gobierno habla en ese acto de una importante mejora de la seguridad «mientras se avanza en la elección de un proyecto que elimine los problemas generados en la zona por la niebla y el viento», cabe sospechar que las promesas y plazos de la anterior titular de Fomento se pierden en la niebla. El problema lo generó quien llevó la autovía allí. La niebla y el viento ya estaban.

Merluza en la cumbre

Para celebrar los 30 años de España y Portugal en la Unión Europea, la cumbre de mandatarios almorzó ayer en Bruselas un menú ibérico que tuvo como maestros de cocina al gallego Pepe Solla, que sigue la tradición renovada e innovadora en Poio, y al portugués José Avillez. Ambos están reconocidos por la Michelin. Solla aportó la merluza, como reconocimiento a la tradición de un plato clásico gallego, que recordaba la ajada, «salsa gallega por excelencia». Avillez es uno de los grandes innovadores en la cocina potrtuguesa, con fidelidad a los sabores con raíces. Elaboró el entrante y el postre. Su Cantinho en Porto, por proximidad por no irse hasta Lisboa, es frescura a la vista y al paladar.Rajoy felicitó en Twitter a Solla, por representar con «maestría a España y su gastronomía».

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