Opinión

Ejemplar defensa de la libertad

JUGARSE LA vida por practicar la libertad de expresión es un plano superior y diferente, merecedor de todo el respeto, en el ejercicio de la profesión periodística. Javier Valdez, tiroteado en México, es el último de los más de doscientos periodistas asesinados en ese país desde el año 2000. Son ejemplos de profesionalidad y son ejemplos de compromiso con la libertad de todos los ciudadanos frente al imperio del miedo que impone la corrupción del narcotráfico, que lo penetra todo o casi todo. Algo se ha visto en Galicia. Crear una fiscalía especial para la amenaza de los narcos sobre el periodismo que se atreve a informar y ser libre está bien pero no va a ser la solución. Esos periodistas asesinados reflejan un mal con metástasis extendida en la sociedad. Es fácil hablar desde fuera y cantar las bondades del Estado de Derecho. Al menos, desde fuera, deberemos tener la mínima decencia de reconocer la lección de profesionalidad que dan estos periodistas mexicanos que saben que se juegan la vida. No es una causa de parte ideológica. Es una causa de salud general de una sociedad, de unas instituciones públicas y unas autoridades que no garantizan el derecho a la vida de quien ejerce el derecho y el deber de informar.

Las plusvalías de las pérdidas

Pagar por una plusvalía cuando en realidad hay pérdidas es un contrasentido. El Constitucional, además de las bases legales, aplica el sentido común cuando avala que no se pague el correspondiente impuesto municipal de plusvalía por la venta de una vivienda que generó pérdidas. Parece ser que la decisión judicial significa un problema para la recaudación de impuestos muncipales. Tampoco debe ser difícil de entender el problema que representa pagar un impuesto por algo por lo que no se obtuvo beneficio.

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