RAJOY YA es presidente gracias a la abstención de 68 diputados del PSOE. Pedro Sánchez entregó su acta de diputado y anunció el inicio de su campaña para volver a la secretaría general, y no parece que haya habido sorpresas en quienes rompieron la disciplina de voto entre los socialistas. El guion previsto se cumplió este fin de semana de octubre, 34 años después de la histórica victoria socialista, que colocó a Felipe González en la presidencia del Gobierno de España. Se abre un tiempo nuevo, cargado de incertidumbres, tal como se ha repetido hasta el aburrimiento. Incertidumbre sobre las posiciones reales de diálogo y pacto que practique el Gobierno y el PP en minoría. Todos los interrogantes están abiertos en el socialismo con heridas que habrán de cicatrizar y con la cuestión de fondo en toda Europa sobre qué es la socialdemocracia en esta sociedad de la información. La izquierda populista que llegó al Congreso anunció que va a agitar en la calle y abre un frente más para la inestabilidad. La manifestación de este sábado, que cuestionaba el sistema democrático español y la legitimidad de un presidente elegido por los representantes ciudadanos, reunió a miles de personas pero con menos respuesta que en otras acciones de la izquierda antisistema. La cuestión catalana, llámese como se quiera, está históricamente pendiente de solución pero en estos últimos años entró en una vía en la que ya no vale el "conllevarla" que propuganaba Ortega y Gasset. Y, finalmente, algunos expertos independientes pronostican el final del marco económico que posibilitó el cambio de tendencia y permite algunos signos para el optimismo y que en la versión de los populares, a pesar de los pronunciamientos de humildad, se atribuye en exclusiva al acierto del Gobierno. Se abrió este sábado una etapa nueva y sería deseable que hubiese un esfuerzo de la mayoría por la estabilidad.
