Opinión

La atracción de los caminos

CONTABILIZARON AYER el peregrino cien mil que recogió la Compostela como acreditación del viaje a Santiago. Esa cifra es el indicador de una afluencia masiva de caminantes hacia Santiago por las diferentes rutas. Al margen de quien peregrina por razones religiosas, ¿hay un modelo de turismo cultural y de ocio alternativo para las rutas a Compostela? ¿Es buena la masificación a la que se está llegando ya en ciertas épocas del año en el Camino Francés? ¿Es esa la mejor opción como recurso económico para los pueblos de las rutas? El reconocimiento de que fueron objeto los caminos del Norte el domingo pasado, que se suma al del Camino francés, y esta constatación de la atracción de gentes de los caminos a Santiago, con esa cifra redonda del peregrino cien mil en el mes de julio, piden lo que se decía el pasado lunes: cuidado riguroso y conservación del paisaje y de la arquitectura del entorno de los caminos. Pero pide también una definición de modelo turístico para las rutas a Santiago; un modelo que sea un auténtico recurso económico.

Mejora el transporte público en tren entre las ciudades gallegas. No con Lugo, donde el ferrocarril para cercanías dentro de Galicia o para largo recorrido es prácticamente inexistente. Es obvio que el cierre del círculo de un transporte público útil interurbano, acorde a los movimientos horarios de la población, pide estaciones intermodales: que uno se apee del tren y tenga a mano el autobús urbano o de cercanías. La aproximación del tren y el autobús es posible en Lugo ya que cualquiera de las dos estaciones, tren o autobuses, claman por renovación a fondo, salvo que se conserven como decorado de películas de preguerra, la del tren, o para submundo urbano de los sesenta, la de autobuses.

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