Opinión

Unir ciudades

EL DISCURSO y la práctica de políticas localistas tiene responsabilidad en el ritmo lento del avance económico y la modernización de Galicia. La administración de los recursos públicos en clave localista, desde el Gobierno central al autonómico, es una fuente de ineficiencias, de gasto de difícil justificación, para el conjunto de Galicia y sobre todo para las ciudades con menos peso demográfico, o sea electoral. Siempre relegadas. Las cuentas de pérdidas -súmese las subvenciones a las compañías- de los aeropuertos gallegos en 2014 es el último ejemplo. La campaña electoral sería ocasión para que candidatos y partidos formulasen un plantemiento de mínimos que entienda a Galicia desde las ciudades como una realidad única en universidad e infraestructuras viarias, para empezar.

Un jesuita de la transición
José María Martín Patino fue una figura clave al lado del cardenal Tarancón en el papel de la Iglesia española en la transición del franquismo a la democracia. Fue en aquellos años una persona demonizada por los sectores más involucionistas de la política. José María Martín Patino ejerció en aquellos años claves para las libertades en España de puente para el encuentro de unos y otros. Ese fue precisamente su objetivo, hasta su muerte el pasado sábado, desde la Fundación Encuentro, que él presidía. El último Informe España (2014) de esa Fundación se ocupa de la quiebra de la clase media y del papel de los medios de comunicación ante la crisis. Esos informes anuales, entre otras publicaciones, son una fotografía de los más diversos campos de la realidad española. La Fundación Encuentro impulsó unos foros sobre Galicia que fueron posteriormente publicados en un libro. José María Martín Patino, como buen jesuita, contaba con una excelente formación universitaria en España y Alemania, país donde precisamente decidió ingresar en la Compañía.

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