Opinión

EE UU: el imperio de la guerra

LA ESCALADA guerrera de Donald Trump y el desarrollo del negocio armamentista, que sustenta una parte de la economía norteamericana, van viento en popa.

Si EE UU basó su supremacía imperialista en la creación de guerras fuera de sus fronteras que respondían a sus propios intereses económicos y el mantenimiento de su dominación imperialista, con este Presidente está batiendo todos los récords. No en vano tiene cinco Generales en su equipo que, supuestamente indican la estrategia política para favorecer el poder militar y el desarrollo de la industria armamentística y los intereses de otras corporaciones económicas de su país.

Evidentemente el Sr. Trump está cumpliendo una parte de su programa, (económico), aunque sea contradiciendo otros aspectos del mismo programa, (política exterior), sin importarle las consecuencias que ésto pueda tener en las vidas de las personas de los países dónde sus intereses políticos operan. Tampoco importa si hay muertos, sean niños, mujeres o ancianos e incluso, del ejército del país al que supuestamente "ayudan" o "liberan". De estas políticas tenemos ejemplos a diario aunque nuestros medios de comunicación son poco proclives a a asignarle a los EE UU sus verdaderas responsabilidades e intereses en los llamados daños colaterales.

En sus decisiones políticas Trump arrastra a terceros sobre los que tiene cierto control y a los que llama "amigos", sin importarle perjudicarlos en sus propias economías e intereses, al imponerles la implementación de sanciones económicas a aquellos otros en los que Trump quiere incidir; tampoco le preocupan las repercusiones que para los "amigos" pueda tener la implantación de las bases y escudos norteamericanos en sus territorios.

En la loca provocación a Corea del Norte, cuyas consecuencias se perfilan impredecibles por la escalada de amenazas, ya se está saldando con decenas de heridos en Corea del Sur, fruto de los enfrentamientos entre manifestantes y policía cuando la ciudadanía se oponía a la instalación del sistema anti misiles norteamericano en su territorio. Los residentes de la zona, miembros de grupos cívicos y religiosos forcejearon con los agentes antidisturbios cuando intentaban bloquear el paso a los vehículos militares norteamericanos que transportaban los equipos del sistema de Defensa Terminal Aérea a Gran Altura.

La razón de estas movilizaciones en Corea del Sur es el miedo a convertirse en objetivo primario para los ataques de Corea del Norte. Para EE UU todo son ventajas; para los surcoreanos, riesgos y sufrimiento.

Con toda la trifulca que Trump está organizando, la industria norteamericana de la guerra estará feliz pero los países que se ven inmersos en su política exterior, tan solo cosechan temor, sufrimiento y gasto en armamento. No olvidemos que Trump instó a los países "amigos" a destinar más presupuesto a defensa.

Por otra parte, (más vale tarde que nunca), la Onu ha emitido finalmente un informe en el que declara que EE UU viola el Derecho Internacional en Siria. Aunque este informe más bien parece sonar a que la Onu intenta "salvar sus muebles" ante lo que desde hace mucho tiempo era un secreto a voces, denunciado por ONGs, sirios que pudieron huir al exterior, dos periodistas independientes infiltradas en Siria y religiosas que estaban en Alepo, cuyas afirmaciones coincidían con las de Bashar Al Ássad, que siempre negó la vinculación de su ejército con el uso de armas químicas. Recordemos que el armamento del ejercito sirio había sido revisado y se descartaron armas químicas o biológicas. Sin embargo hubo pruebas de que el Isis si disponía de ese tipo de armamento, pero nadie pareció hacer caso.

En su día, Al Ássad declaraba que "nuestra opinión es que Occidente, especialmente EE UU, está codo con codo con los terroristas. Ellos inventaron la historia para tener un pretexto para atacar". También reiteró declaraciones de que no había terroristas en determinadas zonas qué, a pesar de ello, bombardearon los americanos, causando graves daños a la población civil.

La Comisión que ahora denuncia que los EE UU no tomaron todas las precauciones posibles para proteger a la población civil, violando con ello el Derecho Internacional y señala que el pasado 22 de agosto los bombardeos de la coalición internacional provocaron 78 muertos civiles en un solo día, fue creada en 2011 y se encarga de investigar crímenes de guerra y de lesa humanidad en el país árabe. ¡Lástima que tardara tanto en descubrir la realidad!.

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