Opinión

El asesinato de César Boente

La historia comienza con su padre José Santiago Boente Sequeiros que nace en Farrapada, Salceda de Caselas, el 3 de septiembre de 1860. José fue abogado y político que se casó con Carmen Álvarez, en primeras nupcias, y con Atila Barros Franco, en segundas. Tres de sus hijos fueron: el ingeniero César Boente Álvarez; José, periodista y escritor; y Joaquín, que fallece en 1887.

Estudia en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pontevedra y empieza a colaborar con el periódico El Estudiante. Al finalizar el bachillerato cursó estudios de Derecho en Santiago de Compostela y se graduó en 1885. Su vida profesional comienza en Pontevedra como abogado, llegando a ser Decano del Colegio de Abogados, con Manuel Portela Valladares como tesorero. Emprende otros negocios formando "una sociedad para la fabricación de harinas y pan" y se convierte en accionista de la Sociedad Naviera del Noroeste en Marín. Su frenética actividad le llevaría, en 1894, al puesto de Redactor jefe de El Diario de Pontevedra.
José Boente
Fue Diputado provincial desde 1998 y fue elegido presidente de la Diputación de Pontevedra en 1901. José Boente se presentó como diputado con una candidatura fusionista por el distrito de Pontevedra con Antonio Pazos, Julio Sequeiros y, como independiente, Casto Sampedro. El 1905 ya era Gobernador civil de Pontevedra y "amigo íntimo del Sr. Montero Ríos", por lo que, un año después, sonaba para el mismo cargo en A Coruña. Desempeñó el puesto de Gobernador civil en Cáceres, Zaragoza, A Coruña, Sevilla y Las Palmas.

Su hijo César, siendo un chaval, participa en las regatas del Club de los Placeres tripulando la canoa conocida como Centella, con Carlos González y Víctor Lago, contra Ernesto Caballero, Rafael Sanz y Joaquín Segado y su hermano José Boente; ganaron la competición que terminó con "un animadísimo baile en Casa de baños" de Placeres.

César, era un joven "simpático y estudioso", al que la prensa solía felicitar por sus excelentes notas mientras estudiaba ingeniería en la Escuela Superior de Industrial de Vigo. Eran tiempos en los que los periódicos daban cuenta puntualmente de notas de los estudios, los catarros, gripes e indisposiciones de cualquier personaje relevante de la ciudad.

En la Pontevedra de inicios del s.XX, de Perfecto Feijoo, Manuel Quiroga y el Teatro Circo, su hijo César acudía a los bailes del Casino. En 1908 presidió con Avelina González el Cotillón: "Este aristocrático, ameno y entretenido baile despertaba extraordinaria expectación, muy natural y legítima", que se bailaba por parejas y en el que se regalaban capelinas, tricornios, pai-pais o "bastones con puños de goma imitando el timo del Toribio".

En 1908, en una velada de mañana en el Teatro Principal, acompañó al piano a Manuel Quiroga interpretando Serenade: "Manolo Quiroga hecho un coloso como siempre muy bien acompañado al piano por César Boente". Ese mismo año se desplaza a Madrid para continuar sus estudios con Luis Limeses Sancho, Eladio Hevia, Carlos Sobrino, Ernesto Caballero y Fernando Campo.

Su marcha coincide con la elección de su padre como Diputado provincial por Pontevedra, que compagina el cargo con el ejercicio de la abogacía en diferentes juzgados. La popularidad de José Boente queda patente cuando en el Certamen de Orfeones de la Plaza de Toros de Pontevedra fue recibido en el palco con "una ovación colosal y delirante, que se prolongó durante cinco minutos. Todo el público púsose en pie y, mientras parte de él prorrumpía en vítores y aplausos, el resto saludábale, agitando sus sombreros".

En 1911 se produce una monumental polémica cuando, en las Fiestas de la Peregrina de 1911, Vigo contrata una exhibición aérea con el piloto Garnier el mismo día que la principal corrida de toros de Pontevedra. Vigo le ofrece el doble de lo que Pontevedra y el piloto decide quedarse en Vigo. Apelando al incumplimiento de contrato, con nuestra ciudad, el Gobernador envía a un delegado y dos agentes a la estación de Porriño para impedir que el piloto llegue a Vigo. Esto supuso un largo enfrentamiento entre las dos ciudades y el traslado de José Boente como Gobernador a Zaragoza.

Su hijo César también se traslada a Zaragoza donde ejerce, en calidad de ingeniero, como director técnico de los servicios del municipio de aquella ciudad, en la que se casa con Josefina Camo y forma una familia, hasta su asesinato. El trágico 23 de agosto de 1920 su padre José recibe un telegrama a las cinco de la tarde en donde se le informa que su hijo está gravemente herido; tres horas después en Pontevedra el Alcalde, Marcelino Candendo, recibe otro telegrama que decía: "Hoy ha sido cobardemente asesinado en la calle cuando trabajaba en la reparación de unos cables eléctricos, el ingeniero industrial D. César Boente".

Los hechos sucedieron cuando César, con el arquitecto municipal y un ayudante, reparaba una avería en unas farolas de la calle del Coso y un "grupo de obreros que pasaba por allí, se destacó uno y disparó sobre los mencionados señores, matándolos", en concreto "un hombre que vestía una blusa azul, pantalón blanco y boina, avanzó unos pasos, con una pistola en la mano, e hizo seis disparos consecutivos". El agresor, perseguido por las calles de Zaragoza al galope por la Guardia Civil, fue finalmente detenido en un portal; se identifico a Inocencio Domingo de la Fuente, un joven de veintiocho años. Durante el interrogatorio policial sobre el móvil del asesinato el joven, con actitud retadora, declaró que: "lo había realizado porque le diera la gana, pues ni siquiera conocía a las víctimas".

El país estaba sumido en levantamientos y huelgas, entre ellas la del Metal con los electricistas municipales de aquella ciudad, por lo que se consideró un atentado sindicalista. La autopsia determinó que recibió dos tiros. Pese a las declaraciones del asesino, no quedó claro si había sido planificado o no. Al entierro en Zaragoza acudieron, su padre, su viuda, los tres hijos pequeños de César y unas 30.000 personas. La noticia conmocionó Pontevedra y tuvo relevancia nacional. El treinta de agosto de ese mismo año el Ayuntamiento acordó poner el nombre de César Boente a una calle de Pontevedra, en sustitución de la calle de la Sierra, aunque cinco años más tarde la hemeroteca se refiere al lugar como del "ingeniero César Boente".

Su padre renunció en agosto de 1940 a su cargo de magistrado suplente debido a su avanzada edad, y estado de salud, y falleció años después en Pontevedra, el 18 de enero de 1944.

Fuentes: El Progreso, El Diario de Pontevedra, La Correspondencia Gallega, Diario de Galicia, El Pueblo Gallego, Vida Gallega, El Noticiero de Vigo y José Boente Sequeiros: aquel muchacho de Salceda de Caselas que gobernó siete provincias de Jesús Presas.

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