Opinión

El populismo de Revilla

EL PRESIDENTE de Cantabria presume en público de tener muchos seguidores en las redes sociales. «Más que Rajoy y Pablo Iglesias juntos», suele repetir. Y añade que con su discurso populista y su pizarra explicativa dispara las audiencias de televisión, lo cual es cierto a medias, porque en realidad suscita curiosidad socarrona y piadosa. A Revilla le gustan las fabes tanto como las anchoas, y es aficionado al puro y copa tras una comida copiosa. Recientemente, en un encuentro con periodistas, llamó a un fotógrafo cántabro que trabajó hace tiempo para un periódico nacional y ahora es freelance. «Oye, tú, ven acá», le dijo Revilla. Y el fotógrafo sufrió una conversación surrealista. «Tú eres el fotógrafo —le espetó— que me persiguió para sacarme meando en la vía pública». Tras reconocerlo, la charla transcurrió con amabilidad y buen rollo. «Y también soy —le aclaró el fotógrafo— el que sacó a su mujer en el coche ocupando una plaza oficial del Parlamento». Y así, con estas puyas, se despidieron amablemente ante los perplejos asistentes.

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