Opinión

Los Mas, una familia de negreros

LOS NEGREROS españoles tuvieron protagonismo en la trata únicamente en la última etapa de la misma. Fueron las compañías portuguesas, holandesas, francesas e inglesas las privilegiadas por la Monarquía Hispana con los asientos que surtieron de mano de obra esclava negra a América. Trabajos pioneros en la actividad son los de Jordi Maluquer de Motes y Josep Maria Fradera para Cataluña. A ellos se une el de Luis Alonso Álvarez para Galicia

En esta convulsa Cataluña, hace unos días acaba de ser presentado el libro Negreros y esclavos. Barcelona y la esclavitud atlántica (siglos XVI-XIX). Del mismo es coautor y coordinador el doctor en economía y profesor de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra, Martín Rodrigo y Alharilla. "Una parte de los ascendientes de quienes integran en la actualidad las elites políticas y económicas de Catalunya, de España y, en general, de la vieja Europa, estuvieron claramente relacionadas con el mundo de la esclavitud atlántica", afirma a modo de síntesis en la parte de su autoría. Martín Rodrigo ha encontrado en Cataluña idéntico problema al detectado en su momento por Alonso Álvarez en Galicia, la destrucción de todo rastro documental institucional. Los dos suplieron la laguna con la documentación notarial, donde se mantiene el rastro de los protagonistas. El catalán también ha utilizado documentación institucional inglesa. En ella, ninguna mano negra ha actuado como en la española. De ese modo conocemos la procedencia de una parte de la fortuna heredada por el ex primer ministro David Cameron, la cual no es otra que la indemnización recibida por uno de sus antepasados por la emancipación de sus esclavos en una plantación de Jamaica

El estudio de Rodrigo y Alharilla presta atención especial a los antepasados de Artur Mas, el expresidente de la Generalitat. Tres de sus miembros destacaron en el comercio de carne humana: su tatarabuelo Joan Mas Roig, El Xicarró y su hermano, Pere Mas Roig, El Pigat; junto a un primo de ambos, Gaspar Roig Llenas. El Pecas, El Pigat, fue quien mostró una mayor precocidad y longevidad en el tráfico de seres humanos. Con 18 años capitaneaba el barco negrero El Columbia. En la actividad permaneció veinticinco años. Con semejante curriculum no resulta extraña su mitificación en un mundo dominado por el nacionalismo. En Vilassar de Mar, la referencia toponímica de los Mas, uno de los gegants de su fiesta mayor es El Pigat.

La monografía de Alonso Álvarez, Comercio colonial y crisis del antiguo régimen en Galicia (1778-1818) es la obra de referencia sobre el tema a pesar de haberse publicado hace más de treinta años, en 1986. En las páginas 223-234, el magistral estudio desvela como a Juan Francisco Barrié le corresponde el triste honor de haber sido el más destacado negrero gallego. Figura estelar también fue Urbano Feijoó Sotomayor, quien, cuando la trata agonizaba, intentó sustituir la mano de obra esclava negra por mano de obra esclava gallega.

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