Opinión

Sin nueve no hay paraíso

JON ETXANIZ marcó 14 goles la pasada temporada en Segunda B. En sus highlights se ve a un jugador con buen uso del balón, buena definición y, por momentos, habilidoso.

Jesús Berrocal tiene en su currículum una dilatada carrera en Segunda División y en equipos importantes de la categoría de bronce.

De momento ninguno de los dos ha ofrecido lo que la afición esperaba de ellos. Ni Berrocal parece un hombre de jerarquía ni Etxaniz el atacante que despertó el interés del club granate en verano.

Las ganas no se les pueden negar. Nadie tendrá razón si los critica por falta de profesionalidad o poca voluntad. Pero ese valor solo sirve para que salven su honor: todavía no es suficiente para las necesidades de su escuadra.

El Pontevedra necesita del trabajo y los goles de Berrocal y Extaniz para dar el salto de calidad que le permita competir contra cualquier rival

El Pontevedra precisa urgentemente del acierto y la presencia de ambos nueves. Es imprescindible que entren más en juego (cuidado, eso no es solo responsabilidad de ellos, sino en gran medida es consecuencia del trabajo colectivo), que sean más intimidatorios y que rematen más veces por partido y con más acierto.

Hasta la fecha, el once de Pasarón ha sobrevivido ofensivamente gracias a las apariciones de sus extremos, a la puntería de Añón, a la gran cantidad de penaltis que ha lanzado, de las transiciones y del balón parado. Pero cuando lleva la iniciativa, el cuadro granate se atasca, no encuentra huecos y no enlaza con sus nueves. Y eso es un aspecto básico si el Pontevedra pretende ser competitivo en todos los campos, tener opciones de vencer cada fin de semana y hacerlo con más regularidad.

No hay equipos que alcancen objetivos ambiciosos sin un delantero centro que marque diferencias. El Pontevedra tiene dos. Etxaniz logró 14 goles la liga pasada. Berrocal jugó muchos años en Segunda. No se les puede haber olvidado de qué va esto.

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