LOS SERVICIOS secretos españoles del CNI, la Guardia Civil, la Policía y el Ejército trabajan con la hipótesis de un temor. Temen que a la vista de España como objetivo yihadista haya tentaciones de un ‘GAL antisistema’ de concepción civil pero de inspiración en los antecedentes de «las cloacas del Estado». De momento se sabe que hay grupos que se están organizando en gimnasios y en el entorno de ideologías ‘paramilitares’. Se forman en comandos de siete u ocho efectivos con la intención de dar respuesta «al acoso e intimidación de musulmanes radicalizados que lejos de integrarse en España desprecian la democratización de Occidente». Al parecer, según fuentes fiables, preparan una respuesta a los atentados de Barcelona que la inteligencia española vigila de cerca para evitarla. Son gente físicamente bien preparada, conocedora de artes marciales, y «con pocos recursos emocionales». Una especie de «justicieros antiyihadistas que dicen actuar en defensa del país». Lo que han leído procede de un «soplo antiyihadista» cercano a las fuerzas de seguridad españolas.
