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Ricki

EN APENAS DOS planos fugaces se puede ver que ‘Ricki’ (Meryl Streep) lleva un inmenso tatuaje de la bandera americana y una serpiente en el centro. El animal está con el cuerpo enroscado y los colmillos en posición defensiva. Es el símbolo que presidía la bandera de Gadsden, sobre el lema ‘Don’t tread on me’ (‘No me pisotees’), un icono de la Guerra de Independencia que representa, aún hoy, la defensa de la libertad individual frente al Estado opresor.

Diablo Cody siempre se ha posicionado con ese sentimiento americano de libertad, algo que en Europa se mira con desconfianza desde que los colonos arrojaron el té por la borda disfrazados de indios mohawk. En ‘Young adult’ (su mejor guion hasta la fecha, por encima de ‘Juno’), una escritora sin ganas de encajar en ningún grupo humano volvía a su pueblo natal y pasaba por una serie de trances vergonzantes con cierto orgullo de diferencia. La protagonista acumulaba más derrotas y más miserias personales de las que un ciudadano pueda soportar en diez vidas, pero mantenía el tipo aún cuando al espectador le inundaba una sensación insoportable de vergüenza ajena.

Ricki es una mujer que abandonó a su familia -un marido y tres hijos- para realizar su sueño de estrella de rock. Su renuncia, que no es sólo a una familia sino a un estilo de vida, es vista como un acto de irresponsabilidad. Pasados los años, y con una carrera musical que se reduce a una actuación fija en un local de poca monta, viaja de vuelta a casa para apoyar a una hija víctima de una depresión por el abandono de su marido.

El error más grave de Diablo Cody y Jonathan Demme en ‘Ricki’ es su excesiva proximidad con el personaje que interpreta Meryl Streep. Al contrario de lo que ocurría en ‘Young adult’, la protagonista exhibe su orgullo y su independencia sin apenas hacer el ridículo. Ricki no cae en el patetismo ni cuando tiene que hacer versiones de Pink o el ‘Bad romance’ de Lady Gaga con su banda de rock clásico porque se lo pide su público. De hecho, hasta tiene un monólogo bastante coherente sobre la diferencia en el trato que se le da a hombres y mujeres cuando abandonan algo muy querido para cumplir un sueño.

Cody y Demme regalan a Ricki un último momento de redención social. La actuación estelar en la boda del hijo, precedida de miradas de reprobación y cuchicheos, es el mayor triunfo de una madre que quiere recuperar el respeto de su familia, pero una derrota de ese orgullo libertario que lleva tatuado en la espalda.

Título: Ricki.
Director: Jonathan Demme.
Reparto: Meryl Streep, Kevin Kline, Mamie Gummer, Sebastian Stan, Ben Platt, Charlotte Rae.
Calificación: 2 / 4

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