Opinión

Carta a Agustín Fernández

Trabajadores de Ence. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Trabajadores de Ence. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

ESTIMADO señor Fernández:

En muchas ocasiones hemos insistido en que el traslado de la biofábrica de Ence en Pontevedra no es posible por varias causas, tal y como se ha justificado en el procedimiento sobre la prórroga de la concesión que se sigue en la Audiencia Nacional.

En primer lugar, no hay otro emplazamiento en Galicia que permita instalar una fábrica de celulosa del tamaño de la de Pontevedra. Ese hipotético emplazamiento necesita cumplir varias condiciones a la vez: posibilidad de acceso a la red eléctrica de alta tensión, puerto marítimo cercano para la exportación de la celulosa, un sistema de carreteras capaz de absorber diariamente más de 300 camiones de madera, agua dulce en abundancia para el proceso industrial y la cercanía de un medio receptor suficientemente grande para poder asumir su efluente. Todas estas condiciones juntas no existen en la comunidad de Galicia, excepto en el actual emplazamiento de Ence en Pontevedra.

Tengo, así mismo, que recordarle que el traslado no existe. No estamos hablando de una fábrica rodante. Hay que levantar la fábrica nueva desde sus cimientos, porque no es una simple nave con líneas de ensamblado, sino una gran planta industrial con miles de toneladas de hormigón y de acero que no se pueden desmontar y volver a montar.

Por otro lado, la inversión para una fábrica nueva es superior a los 700 millones de euros, inversión que no se justifica por su rentabilidad. Tenga en cuenta que la madera y la mano de obra gallega son más caras que las de Sudamérica o Portugal.

Usted conoce perfectamente todo esto, porque yo mismo se lo he explicado personalmente. El allanamiento de la Dirección General de Costas, es decir, su renuncia a defender su propia decisión en el procedimiento sobre la prórroga de la biofábrica, y la modificación del reglamento de la Ley de Costas crean una tremenda inseguridad jurídica, lo que recomienda invertir en otro país.

Dejemos los cinismos a un lado y no hablen de traslado, porque lo que quieren es cerrar Ence en Galicia sin importarles dejar a más de 5.000 familias en la calle, y el monte gallego arruinado y presa de incendios por el abandono que provocarán.

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