Opinión

El vacío de los viejos líderes

SOLO EL esfuerzo de los medios consigue que memoricemos efímeramente dos o tres nombres de nuestros personajes públicos. Los viejos líderes se han esfumado y su vacío es un hueco que no llena nadie. Nos hemos quedado sin referencias, salvo tres excepciones. ¿Quién acabó con ellos? Me pregunto. El miedo, me respondo, ha sido la causa más común. La mayoría, amedrentada por la acción judicial que afectó a unos pocos, ha decidido desaparecer de la escena sin que se les note y  están ahora disimulando su fortuna. Había un catedrático de Historia en el instituto que dirigía Filgueira en Pontevedra, Adolfo Llovo, que le aseguraba a sus alumnos:  “Los gallegos más ilustres no han dejado nunca un sucesor, no han sabido o querido crear escuela”. Y ponía de ejemplo una lista infinita. Empezado el siglo XXI, seguimos en las mismas. Y tanto mejor, ¿no?

Comentarios