EL SEPARATISMO y sus terminales político-mediáticas afines celebraron el primer aniversario del 1-O como si fuera el gran logro de España en los últimos lustros. Espoleados por la necesidad de la izquierda, que se sostiene en el poder gracias al apoyo independentista, los dirigentes de la ruptura mantienen sus intenciones golpistas ultimátum va y reunión viene. Pero además del 1-O, muchos españoles de bien, la gran mayoría, han celebrado el primer aniversario de aquel memorable discurso del Rey del 3 de octubre de 2017. La sociedad española supo entonces que no estaba sola ante semejante impostura política, ética y moral que amenaza con la ruptura de España una y otra vez ante la contemplación buenista de la democracia. Aquel discurso se gestó tras consultas políticas del monarca con los constitucionalistas y tras un despacho con Rajoy que aceptó finalmente la intervención del Jefe del Estado en español y sin interferencias gubernamentales. El discurso estuvo listo para emitir 2 minutos antes de que todas las televisiones lo lanzaran al aire. Y España respiró tranquila tras el provocador referéndum ilegal que exige el tal Puig-Torra.
