Dice la enciclopedia de la sabiduría popular que «tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe». Se suele utilizar este dicho del refranero para definir el riesgo que asume una persona al forzar reiteradamente una situación que acarrea peligro al ejecutar la misma acción repetitiva de forma reincidente. El refrán surgió en los tiempos en los que no había agua corriente en las viviendas, pero ahora sigue vigente para cualquier tipo de comportamiento social y humano. Y es la cosa que en política cobra relevancia porque define con meridiana precisión la reincidencia de actitudes públicas que amenazan el futuro de partidos y de líderes.
En el caso de Pedro Sánchez y el PSOE, las encuestas comienzan a mostrar a las claras que el cántaro se puede empezar a romper con el adelanto de las elecciones andaluzas y hacer añicos en las futuras citas que culminarán con las generales. Tanto ha ido el cántaro a la fuente en los pactos con comunistas e independentistas que Sánchez corre el riesgo de que el electorado no lo apruebe. Tan alto ha sido el precio de la luz y los combustibles, la subida de la inflación y la resistencia a rebajar los impuestos que el cántaro se agrieta por falta de confianza. Tanto ha bailado el cántaro sobre la cabeza del sanchismo con la gestión del covid o el cambio de posición sobre el Sáhara que la caída parece inevitable.
El PP rompió el cántaro con la crisis cainita ocasionada por su guerra interna, lo que le costó el puesto a Casado y Egea, dando lugar a una restauración de la vasija popular con el ascenso de Feijóo al liderazgo del centro-derecha español. Para Núñez Feijóo es imprescindible mantener el cántaro a salvo de tentaciones y consolidar los equilibrios que le permitan gobernar en el futuro con los votos de Vox.
En cuanto al cántaro de Ciudadanos queda certificado que se hizo trizas con la marcha de Albert Rivera tras su descalabro electoral y con la operación moción en Murcia, qué hermosa eres, que supone riesgo de desaparición según la mayoría de los sondeos.
Podemos rompió su cántaro con la salida de Iglesias del Gobierno por incompatibilidad con la realidad española y la consiguiente candidatura coartada y suicida en Madrid que supuso su abandono de la política. Las alianzas socialistas con el populismo extremo de izquierdas, lo que incluye comunistas, separatistas condenados por el Supremo y los herederos de ETA, derraman el líquido elemento de la democracia, por lo que Sánchez anda ahora en sumar a su proyecto de conveniencia a Yolanda Díaz para prescindir de Podemos.
De todos esos barros vienen estos lodos, lo que pone en peligro real el cántaro del PNV, acostumbrado a estar siempre lleno de oro a cambio de incienso y mirra en sus pactos de Madrid. El Aberri Eguna alumbra una nueva estrategia para atraer a EH BILDU después de comprobar que el PSOE ha ninguneado el peneuvismo al pactar con los batasunos a nivel nacional. En cuanto a Vox, el cántaro se empieza a mover por los pactos en Castilla y León con el PP y los futuros en Andalucía. El tiempo dirá si el cántaro se rompe o permanece intacto hasta sumar mayorías y gestión.
