Opinión

El indulto y el viaje

EN SU viaje a Canadá y EE.UU., y para contener el adelanto electoral, Sánchez ha alentado sus guiños ante el desafío ilegal, tal y como sugiere el paralelismo imposible del pretendido referéndum de autodeterminación de Cataluña con el referéndum del Quebec canadiense. Podemos hablar de soluciones políticas, pero eso no pasa por jalear el debate sobre el indulto a quienes todavía no han sido condenados. La separación de poderes no queda al antojo de la conveniencia política que falta al respeto de una mayoría de españoles cuyos votos son tan democráticos como los de la moción de censura. El partidismo atrincherado en los poderes Ejecutivo y parte del Legislativo no debe suplantar al Poder Judicial. El planteamiento de soluciones al desafío ilegal secesionista es tan atrevido que las preguntas siguen siendo las mismas: ¿Indultarán los españoles a quien favorezca el separatismo ilegal? ¿Indultarán la sangría de escándalos del Gobierno bonito? ¿Indultarán el secuestro de la democracia los meses que se han sellado las urnas?. Son preguntas de reflexión que buscan respuestas sencillas y objetivas, sin fanatismos, guerracivilismo ni confrontación.

Comentarios