Opinión

La marca Tito Berni

Tiene nombre de marca italiana barata ubicada en Cobo Calleja, de aftershave trasnochado, de colonia de baile de salón para fiestas de grupo con putas y vodka. Tito Berni no es Titto Bluni, sino el apodo del diputado exsocialista Juan Bernardo Fuentes (Berni) Curbelo que pone cara al caso Mediador de corrupción con embrión en Canarias y que amenaza con extenderse peligrosamente. La red operaba en los sectores ganadero y alimentario para conseguir privilegios en contratos públicos y ayudas europeas, así como para evitar sanciones e inspecciones. Varias detenciones, incluida la de Tito Berni, y el ingreso en prisión de un general de la Guardia Civil, dan idea de la dimensión de esta trama que ni la petición fiscal de 15 años de cárcel para el exministro del PP Fernández Díaz por espiar a Bárcenas ha podido tapar. El mediador en cuestión es el empresario Marco Antonio Navarro, que actuaba de nexo entre otros empresarios y dirigentes políticos que usaban los despachos del Congreso y el agasajo posterior de las juergas para lograr sus objetivos corruptos.

Tras invitarle a renunciar a su acta de diputado, ahora ya nadie conoce a Tito Berni en el grupo socialista, pero hay comilonas y otras presuntas prebendas con 15 parlamentarios del partido que amenazan la tradicional doble moral del PSOE con la corrupción. La foto de Sánchez con el diputado socialista ha circulado por redes y prensa como la pólvora, porque es lo que tiene el refrán de "por la boca muere el pez". El temor a que haya más implicados en la órbita del PSOE ha extendido el nerviosismo a la sede de Ferraz ante las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. La expulsión de Tito Berni con aroma a polvos de talco no limita el daño de imagen provocado por el caso Mediador, que erosiona la credibilidad de Sánchez junto al escándalo de la ley del solo si es si, la derogación de la sedición o la rebaja de la malversación. Precisamente esa rebaja del delito de malversación, que no deja de ser una rebaja encubierta de la corrupción, causa alarma en la Unión Europea ante el reparto de los fondos europeos.

La marca Tito Berni ha irrumpido en el mercado mediático y político con fuerza, si bien la moción de censura de Abascal y Tamames logrará rebajar el impacto en el relato presidencialista de Sánchez. La política tiene muchos recursos para desviar la atención de lo grave, del mismo modo que distrae de lo que importa. Y lo que importa es la deuda de España, la liberación y rebaja de penas de violadores o el trato de favor a los presos etarras y los golpistas del separatismo condenados por el Supremo. Lo verdaderamente trascendental queda diluido en el aroma pestoso del perfume Tito Berni. Y al mismo tiempo, el ruido permanente ya se ha convertido en la banda sonora de esta legislatura que se acaba, una melodía de populismo e intereses comunes de Sánchez y sus socios con la que perpetuarse en el poder pese a las rebajas de la marca Tito Berni.

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