Opinión

La pareja de moda

► Novela romántica de campaña electoral. La política y sus intrigas entretienen al personal al estilo  Corín Tellado
Ayuso con Feijóo el pasado lunes en un desayuno informativo en el Ritz. EFE
photo_camera Ayuso con Feijóo el pasado lunes en un desayuno informativo en el Ritz. EFE

Las encuestas están poniendo de moda a Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso. Al parecer les pinta bien el 28 de mayo en las municipales y autonómicas y la tendencia mejorará —dicen los gurús albertistas— en las elecciones generales de finales de año. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz son la segunda pareja política del momento, pero los sondeos no los ven como un tándem de moda y éxito. Sólo el CIS "manipulado" del socialista Tezanos los aúpa al ranking victorioso de las urnas, pero nunca para una portada subrogada del Hola. Isabel y Alberto, Alberto e Isabel... No necesitan de arrumacos públicos y posados de amantes ficticios para convencer de que lo suyo va en serio. Cuando Yolanda pone sus manos amorosas sobre las mejillas de Pedro antes de besarle, un escalofrío tembloroso —que diría Corín— recorre el ser todo de la tercera pareja pública: Irene Montero y Pablo Iglesias. Este triángulo político domina el cotarro mediático, unas veces porque la pareja funciona y otras porque la propaganda se impone. Pero lo cierto es que Feijóo y Ayuso están más de moda que nunca, y lo pudimos comprobar en el desayuno del Ritz de comienzos de semana, que arrancaba con la demoscopia haciéndole la puñetera pascua a la operación Sumar con la que salvar al soldado Sánchez.

Todos los sondeos daban y dan victoria holgada al PP de Feijóo, salvo el del diario dependiente del socialismo, que transita por el deseo más que por la realidad y se aventura con un empate técnico que nadie ve. A día de hoy, sólo el Centro de Investigaciones Sanchistas (CIS) se atreve a vaticinar un triunfo de Sánchez, pese a que todos los sondeos dicen lo contrario. Sin duda la inyección presupuestaria en año electoral de 11 millones de euros ayudará a cocinar mejor el CIS, que en palabras de Podemos "manipula a la baja su intención de voto".

Si eso sucede con el socio preferente Podemos, siempre según versión de las chicas de Iglesias, qué no será capaz el ínclito Tezanos de hacer en favor de su amo, señor y correligionario socialista, fiándolo todo al recuento de Indra, multinacional adjudicataria del contrato del Gobierno a razón de 13,3 millones de euros por comicio. Para los más suspicaces, conviene no olvidar que el presidente del Grupo Prisa también lo es de Amber Capital, el fondo que instrumentalizó un golpe de mano en el Consejo de Administración de Indra. En la sede genovesa del PP se muestran confiados en el recuento de los interventores de las mesas electorales como argumento tradicional de peso para disipar dudas al respecto.

La pareja de moda, por tanto, avanza confiada hacia la fecha de la boda, 28 de mayo de 2023, si bien tanto Alberto como Isabel saben de lo que es capaz el presente poder gobernante. El juego no es todo lo limpio que cabe esperar de una democracia, toda vez que este Gobierno es el menos transparente desde la Transición. Desde que Sánchez gobierna, su Ejecutivo ha evitado más de 1000 comparecencias solicitadas por el PP, mientras que su ejército de asesores y cargos de confianza es 50 millones de euros más caro que el de Rajoy. Promete Feijóo un recorte de ministerios, lo cual ayudará a pagar la factura, pero Ayuso alerta sobre el despilfarro de 42 ministros junto a sus respectivos equipos y una deuda pública superior a 1,5 billones de euros. Ahora anda el sanchismo electoralista en agitar los regadíos de Doñana y en acosar a Ferrovial, pero el borrado de las visitas de Tito Berni en el Congreso, la sombra alargada de los Ere y la indecencia del sí es sí conforman la aterradora realidad Frankenstein.

Feijóo desmiente las disensiones con Ayuso pregonadas por la Moncloa, sabedor de cómo acabaron las diferencias de la lideresa con Casado.

Entre sus colaboradores más cercanos hay plena confianza en el manejo que hace el líder popular de la cohabitación con la presidenta madrileña. La parte masculina de la pareja pone en valor la capacidad de ella para conectar con la calle y compensar el voto exigente de Vox, necesario para llegar a la Moncloa. Pero ciertamente, si Feijóo no logra gobernar tras las generales de noviembre, sabe que sin el apoyo de baronesa y barones no podrá seguir liderando el centro-derecha español. Todos confían en la victoria electoral del PP, pero desconfían del plan de Sánchez. Ese plan consiste en la cuenta de la vieja para "sumar" con ERC y Bildu, los verdaderos tapados de Pedro y Yolanda, siempre tan necesarios como los votos del espectro comunista de Podemos, Sumar y cía.

El ticket electoral y político formado por la pareja de moda (Feijóo y Ayuso) apuesta fuerte por su unidad ante el desafío radical de la extrema izquierda con el que Sánchez ha dormido su falso insomnio. Desde el comienzo, el sanchismo abrazó el populismo que le ha llevado al callejón sin salida en el que se encuentra, y del que huyen despavoridos los candidatos municipales y autonómicos del PSOE.

En la campaña permanente que viviremos hasta finales de 2023, las intrigas de amor y desamor de la izquierda amenizarán el relato con el que movilizar a un electorado confundido y perplejo. Alberto e Isabel sólo tienen que preservar su relación de los paparrazzi del poder y dejar que Corín Tellado escriba su romántica novela.

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