Opinión

Pareja de hecho

Rearme del PP frente al sanchismo podemita. Feijóo y Ayuso afrontan juntos el reto de recuperar la Moncloa
El presidente de la Xunta y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el martes en Madrid. EFE
photo_camera El presidente de la Xunta y futuro líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el martes en Madrid. EFE

EL FUTURO LÍDER del PP que ya ejerce como tal está en pleno ‘road show’, un espectáculo itinerante de unificación popular con el que cimentar el liderazgo alternativo al jovenzuelo Frankenstein. Lo de Feijóo no es una road movie como la de Sánchez, que cuando volvió a liderar el PSOE tras ser expulsado de mala muerte se montó una película de carretera muy a lo ‘Easy Rider’, pero en coche destartalado no eléctrico. Núñez Feijóo está rejuveneciendo en esta gira estelar que terminará en Madrid, donde Ayuso le aguarda con los brazos abiertos a la espera del resultado de la operación Moncloa emprendida por el nuevo PP, que es el mismo de siempre pero sin Casado ni Egea al mando y con un toque de retranca gallega. Feijóo se quita y ponte traje y corbata, usa vaqueros y combina jersey de pico y camisa blanca de la paz. En las ondas decían que la pareja de hecho parecía el Dúo Dinámico en sus mejores tiempos a punto de bailar atornillados el ‘Perdóname’ para terminar la fiesta en plan ye-yé con ‘Resistiré’.

A esta pareja de baile y de hecho sólo hay una que le puede hacer sombra por bonita y resultona cuando llegue la fiesta de graduación electoral. Y no es otra que la formada por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Cualquier otra combinación de Pedro con Belarra o Irene Montero suena a ‘Scary movie’ entre el terror y la comedia. Como se ve, siempre hay un galleg@ en el guateque para bailar pegados en plena invasión de Ucrania. Pero hay una diferencia vital que juega a favor de Alberto e Isabel, y es que representan la combinación equilibrada de madurez y juventud en igualdad hombre-mujer capaz de ensanchar por el centro y la derecha su empatía política. Pedro y Yolanda están más en la pareja de conveniencia que en la pareja de hecho, porque su unión no conforma una convivencia estable dadas las diferencias internas de la coalición de Gobierno por la guerra, el presupuesto de defensa o la rebaja de impuestos. El PP es ahora mismo una familia dependiente de la pareja de hecho que mejores resultados electorales puede sacar. En esa familia suma simpatía social el alcalde madrileño, Martínez Almeida, que tras el revolcón sufrido con el supuesto espionaje, recupera poco a poco esa imagen necesaria con la que llevar a Feijóo de Madrid al cielo. En el árbol genealógico de la derecha también aparece Abascal, el primo de Zumosol que siempre vivió dentro del PP y ahora se ha convertido en el demonio preferido de la propaganda socialcomunista que repite sin parar su eslogan de cordón sanitario a la extrema derecha.

Feijóo y Ayuso tienen complicidad, y eso se nota. Alberto abraza a Isabel como a una hermana pequeña, pero cuando se cruzan las miradas se adivina conexión y un proyecto común con el que afianzar la alternancia. Saben ambos que tienen dependencia el uno del otro, pero al mismo tiempo transmiten cierta ternura inusual en política. Se les veía cómodos incluso antes de la guerra popular, cuando aparecían juntos bajo el atento marcaje del aparato genovés. Y se percibe respeto recíproco, un ingrediente necesario para cualquier pareja que aspire a convertirse en duradera. Hay en ellos un intercambio de experiencia y pasión que los convierte en una pareja atractiva para la sociedad española, si bien sus rivales reniegan de la fachada y hablan de amaño político matrimonial para superar el cainismo del centro-derecha. Sea como fuere, esta pareja de hecho tiene un vínculo afectivo de mutua admiración. Isabel admira lo que representa Feijóo: un gestor eficaz imbatible hasta el momento en las urnas y sin apenas puntos vulnerables por mucho que la tribu mediática rebusque en su pasado y en su álbum de fotos. Feijóo reconoció esta semana que Ayuso le impactó durante la pandemia por "su entereza, solvencia y seriedad". Isabel es como parece, impulsiva y directa, sin pelos en la lengua y con una gran capacidad para conectar con la sociedad y para detectar los verdaderos problemas de los ciudadanos. Alberto tiene la virtud del gobernante que es la templanza, y una ubicación ideológica a prueba de aventuras e improvisaciones de la nada. Ella no ejerce como lideresa emergente, porque eso sería atrevido en una gobernanza responsable. Él no es un experimento gaseoso, sino la certidumbre de la eficiencia gestora con la que sonrojar a Sánchez.

Feijóo y Ayuso son la pareja de hecho y de moda en el preámbulo del congreso sevillano y en plena gira europea del presidente del Gobierno. Sánchez busca protagonismo internacional tras la invasión de Ucrania pero retrasa las rebajas fiscales ante una inflación desorbitada. Feijóo le cogió la delantera con la rebaja de impuestos que reclama la ciudadanía expoliada, para asistir a las manifestaciones de este domingo por el mundo rural sin secundar la convocatoria de Vox celebrada ayer. En política se puede votar desde las emociones, lo que favorece al populismo. Pero también se puede votar desde el bolsillo, lo que favorece el bienestar. Ahora estamos en ese momento de crisis, y Sánchez lo sabe. Por eso ejerce de estadista favorable a pactos de Estado que el PP le viene ofreciendo desde que el líder socialista gobierna con ciertas compañías.

Bajo sospecha

ESTÁ BAJO sospecha la Fiscal General del Estado, exministra y militante socialista, Dolores Delgado. Lo está porque siempre negó participar en la investigación al ex fiscal anticorrupción encargado del caso Villarejo, y ahora se demuestra que sí estuvo al tanto. Recordemos que las grabaciones de Villarejo a Delgado y el exjuez Garzón demostraron su conexión. Por eso las asociaciones fiscales mayoritarias piden el cese o dimisión de la fiscala Delgado. También está bajo sospecha el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, acusado por la Policía de enmascarar un cobro a Neurona de 26.000 euros con una factura falsa. El caso Neurona investiga el pago a esta consultora por parte de Podemos de cerca de medio millón de euros en 2019 por supuestas labores de consultoría. Monedero declaró que no recibió comisión por contratar con Neurona. Y nuevo caso de corrupción en Andalucía. Se investiga el llamado caso Marismas que afecta al PSOE por un supuesto fraude de 40 millones de euros en adjudicaciones públicas.

Que vienen los rojos y los ultras

HAY QUE VER cómo se le da a la factoría Moncloa echar balones fuera. Primero Putin se lleva todas las culpas de la gestión económica de Sánchez cuando la inflación ya estaba en el 7,4 antes de la invasión de Ucrania y los precios de los combustibles y la luz batían récords. Y ahora resulta que los transportistas en huelga también son de ultraderecha, como todos aquellos que no participan de engaños y propaganda de parte. Al Gobierno se le está yendo de las manos su respuesta a los problemas de los ciudadanos. El retraso de medidas contra los precios de la energía mientras la mayoría de los países europeos se han adelantado a Sánchez deja en evidencia a un Ejecutivo contrario a la rebaja de impuestos que sigue recaudando para evitar que sus Presupuestos ficción queden inhabilitados. Pero sobre todo, eso de culpar a la extrema derecha de la gestión propia es un síntoma de descomposición que tarde o temprano terminará en elecciones anticipadas. Repito: a Sánchez se le han vuelto en contra la economía, la invasión de Ucrania y la verdad.

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