LLEGÓ EL DÍA, después de una vida entera, ligado a la política activa, Mariano Rajoy ha decidido, que era el momento de dejarlo, volviendo a su actividad, como registrador de la propiedad, habiendo tomado ya posesión de su plaza, en Santa Pola (Alicante), renunciando a su acta de diputado y al aforamiento, corriendo un riesgo, en caso de que le salpicara alguna de las causas, que todavía tiene pendientes el Partido Popular. Sin duda, no era el mejor final para un político que lo ha sido todo. Concejal, presidente de la Diputación, vicepresidente de la Xunta, diputado del Congreso desde 1986, vicesecretario de organización del PP, responsable de campañas electorales, ministro de AA. PP. de Educación, de Interior, portavoz y ministro de Presidencia, para llegar a lo más alto, presidente del gobierno, siendo el primer mandatario de la democracia, desalojado de la Moncloa, por una moción de censura. Ha sido una larga singladura por la política de este país. Unos la aplaudirán, otros la criticarán, porque nunca llueve a gusto de todos. En mi opinión ha tenido de todo, luces y sombras, aciertos y errores, la historia lo juzgará, lo que si digo es, que no es el final que merecía un político de su categoría, pero lo ha querido así.
Dice el refrán "después de la tempestad viene la calma". Me da la impresión, de que en el PP, abierta la sucesión de Rajoy, va a ser al revés. Con la marcha del hasta ahora presidente del Partido Popular, y la espantada de Feijóo, como sucesor, ha cogido a todos con el pie cambiado. A partir del no del presidente de la Xunta, empezaron los movimientos de los diferentes candidatos ¡sólo siete¡, de entre ellos, destacaría a García Margallo, Pablo Casado, Cospedal y Santamaría, especial atención, a estas dos señoras, que pueden ser la solución, por lo bien que se llevan entre ellas. En el horizonte, una campaña muy interesante, en la que puede pasar de todo, incluso posibles alianzas.
La solución al abandono de Rajoy, estaban convencidos, que sería la candidatura de Alberto Núñez Feijóo, pero el presidente gallego falló, dijo que no, lo suyo son los gallegos y su compromiso con ellos hasta 2020. "hay amores que matan". Pues que bien, así nos va, en todos los aspectos, económicos y sociales. Pienso que habrá alguna razón de peso que desconocemos, o algún problema del pasado que pudiera aflorar en cualquier momento, como le está sucediendo a Pablo Casado, de lo cual se queja el candidato. Pero no se preocupen mis queridos lectores, lo que queda hasta la elección de nuevo presidente/ta del PP va a dar mucho juego y sabremos por activa y por pasiva quien es quien en ese grupo político en la oposición, después de un largo periodo en el gobierno, habrá que repartir un pastel menor y los enfrentamientos entre Cospedal y Santamaría pueden ser muy interesantes. Fin de la cita.
