En primer lugar, salud y suerte a todos, en este año recién comenzado. Un 2018, que se presenta igual o peor que el pasado, para ciertas clases sociales, porque a pesar, de que algunos políticos -todos de derechas- se llenan la boca con la bonanza pasada y la que viene, será para ellos, y para los que gobiernan, porque la inmensa mayoría de los españoles -entre los que me incluyo- no catamos esa mejoría que dicen que existe, debe pasar como con los billetes de 500, que sabemos que los hay, pero nunca los hemos visto.
Aunque el problema catalán sigue ahí, latente y por mucho tiempo, hoy no cabe referirme a él. Si voy a hacer un poco de historia reciente, empezando por los "hilillos de plastilina", con los que nos obsequió Mariano Rajoy, al analizar el mayor desastre ecológico que se recuerda en las costas gallegas, con el naufragio del "Prestige". Continuaré por la "vaga de lume" sufrida por Galicia, especialmente la provincia de Pontevedra, en tiempos del bipartito, y "la reacción leal" de la oposición, con la actuación de los señores Feijoo y Rajoy, con una manguera doméstica en la mano. Una tercera fue, la monumental nevada, creo que en 2009, en que, con toda razón, se pidió la dimisión de la entonces ministra Magdalena Alvarez.
Porqué digo esto, muy fácil, porque los populares, tienen la facultad de ver la paja en ojo ajeno y no la viga en el propio. Después de todo lo apuntado más arriba, no dimitió nadie, ante la falta de organización y prevención en la primera semana de enero, por la nevada caída, que causó la retención de cientos de vehículos, durante muchas horas. Pero en vez de pedir perdón, uno de los máximos responsables políticos de solucionar el problema, si estuviera en su sitio, se permitió el lujo, de cargar las culpas sobre los usuarios -que las pasaron putas- y concesionarios de la autopista, rematando su impresentable actuación con un comentario en las redes sociales, que nos da el nivel de algunos políticos que nos gobiernan.
Pero si el director general de la Guardia Civil, se comporta de esa manera, que podemos decir de los ministros de Interior y Fomento, más de lo mismo. El primero en el palco del Sevilla y el segundo de vacaciones en Cantabria, porque parece ser, que los ministerios se pueden dirigir por internet o por las redes sociales, mientras tanto, los miembros de la Benemérita, y demás trabajadores o ciudadanos anónimos, ayudando a las víctimas de las inclemencias del tiempo, para que la espera fuera menos angustiosa.
Pero no se preocupen mis queridos lectores, no darán explicaciones, y el presidente del gobierno, máximo responsable, menos que nadie, es el mismo Mariano Rajoy de los "hilillos de plastilina". El ministro de Exteriores no explicó porque pasó sus vacaciones en una embajada española, el marido de la Sra. De Cospedal y algún otro político, hicieron un crucero en el Buque Escuela de la Armada, y aquí paz y después gloria. Tengo la impresión, desde hace un tiempo, de que el PP está convencido de que España es su "cortijo particular" y mientras cuente con Ciudadanos, los españoles permaneceremos olvidados en otro temporal peor que el de la nieve, porque este es más duradero.
