Opinión

El futuro de Ence en Pontevedra

HACE UNOS meses el gobierno socialista, en una de las primeras medidas que tomó, decidió no vender armas a Arabia Saudí, aunque era un acuerdo firmado anteriormente por el ejecutivo de Mariano Rajoy. Con la medida se corría el riesgo de que que el país árabe pudiera suspender la compra de cinco fragatas a astilleros españoles, lo cual suponía una carga de trabajo que perjudicaría a unos 5.000 trabajadores del sector naval. Con buen criterio, antepuso el interés industrial y cumplió lo acordado por su antecesor para garantizar la inversión saudí y los puestos de trabajo.

A este mismo gobierno se le plantea ahora el tema de la prórroga de Ence y la respuesta es no dar por válida la acordada por el gobierno del PP, en su momento legal y ahora lo contrario –cosa que no entiendo–, por lo que será la justicia la que debe decidir si la pastera sigue en la ría o tiene que marcharse. De consumarse lo segundo, con la natural alegría para un grupo de políticos llamados de izquierdas y alguna asociación –con el perjuicio para los puestos de trabajo, unos 5.000, entre directos e indirectos, que traducido a familias serían muchas más personas perjudicadas–, sería un palo económico y social no solo para Pontrvedra y su comarca, sino también para Galicia. Me extraña que esos políticos que se dicen de izquierda, especialmente el socialista, que lleva en sus siglas la O de obrero –que puede ir borrando–, apoye el cierre de la fábrica, a sabiendas de que un traslado es inviable, y me causa sorpresa que sea el Partido Popular y Ciudadanos los que defiendan que se mantenga en la ría, cuando no se distinguen precisamente por apoyar a los trabajadores.

Durante un tiempo, en las páginas de Diario de Pontevedra, se han recogido opiniones sobre este posible cierre. Las políticas "peche xa" ya las conocemos, sin embargo los sindicatos defienden lo contrario, lógico porque están al lado de los trabajadores. Lo mismo ocurre con los empresarios, Cámara de Comercio, CEOE, AEMPE CEP y AJE, así como el Clúster de la Madera. Si es verdad lo que se ha escrito, Ence deja en Galicia 130 millones de euros cada año –porque muchas familias viven del eucalipto–, la parada técnica genera 1.500 empleos con una inversión de 15,5 millones, de los que se benefician las empresas auxiliares, que también se verían afectadas si cierra la pastera, cuyos dirigentes dicen que se irán de España si se clausura la planta de Lourizán, lo que los políticos califican de "chantaje", aunque la Xunta respaldará su mantenimiento con todos los instrumentos jurídicos a su alcance.

La foto de lo que puede pasar, pero ampliada, la tenemos en los trabajadores de Elnosa, que tuvieron que emigrar a Torrelavega con sus familias. Alguna de ellas está esperando a que finalice el colegio para emigrar, con el sufrimiento que ello conlleva por tener que empezar una nueva vida lejos de los suyos. Mientras, algunos juegan con los puestos de trabajo y tienen unos suculentos ingresos por dedicación exclusiva. Fin de la cita.

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