Opinión

El juez Marchena renuncia a presidir el CGPJ

EL PRIMERO, y único acuerdo, al que habían llegado, PP y PSOE, ha saltado por los aires, como consecuencia de los mensajes, de Ignacio Coisidó, portavoz de los populares en el Senado, a sus compañeros de grupo, a los que intentaba convencer de que con el nombramiento de Manuel Marchena "se controlará por detrás" la Sala Segunda del Supremo, la que debe juzgar el procés. La publicación de esos mensajes, propició que el candidato pactado por ambas formaciones políticas, se ha descartado a presidir el Poder Judicial, manifestando que "nunca concibió su labor de juez al servicio de una u otra opción política", quedando tocado casi definitivamente, un pacto que estaba prácticamente cerrado, que será difícil de retomar, porque los dos partidos firmantes, se echan la culpa mutuamente, cuando en realidad, el responsable de la renuncia del magistrado, ha sido el senador popular, quien con su proceder se cargó un acuerdo al que se llegó tras meses de negociaciones. Ahora, ya lo anunció Casado, se abre una nueva vía, que va a permitir, no se sabe hasta cuando, mantener en la presidencia a Carlos Lesmes, cuestionado después de los últimos acontecimientos.

Siguiendo con tenas judiciales, el Gobierno deberá decidir, sobre la petición del juez José de la Mata, de los documentos secretos, por el uso de fondos reservados, en tiempos de Fernández Díaz al frente del Ministerio de Interior. Asimismo pidió un informe detallado, al Ministerio que ahora dirige Grande Marlaska, alertado por las informaciones publicadas, sobre los pagos al que fue chófer de Luis Bárcenas. El magistrado busca también a "los últimos responsables de la operación Kitchen, operación Cataluña y el informe PISO contra Podemos". La iniciativa del magistrado, amenaza al anterior ministro de Interior y a los mandos policiales, así como al que era director general de la Policía, Angel Cosidó. La documentación solicitada, que goza de protección según la ley, solo puede ser retirada por el Consejo de Ministros.

Jueces y fiscales de toda España, fueron a la huelga el pasado día 19, la segunda de estos dos colectivos este año. Reclaman en esta segunda convocatoria, lo mismo que en la primera, modernizar la Justicia para mejorar su trabajo, mejoras salariales y profesionales, independencia judicial y autonomía del Ministerio Público, entre otras. La convocatoria partió de las diferentes asociaciones, a la que se sumaron y apoyaron el paro los presidentes de todos los tribunales.

En un comentario anterior, me refería a que la crispación había vuelto al Congreso de los Diputados, pero resulta, que también está de regreso la mala educación y el insulto. Una forma de hacer política, que dice bien poco en favor de nuestros representantes. Ahora bien, hay que ser justos y decir, que también los hay educados, aquellos, que defienden sus ideas, sin insultar, sin llamar al adversario, terrorista, fascista o golpista, recurriendo a esta clase de comportamientos cuando no se tienen argumentos. Es una pena, cuando está punto de cumplirse un importante aniversario de la Constitución, que algunos diputados nos obsequien con ese comportamiento barriobajero, dando prueba de una mala educación, impropio de unos representantes del pueblo, y no me vale que se diga que en otros parlamentos aún es peor. Fin de la cita.

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