Cuando este comentario vea la luz, Alberto Núñez Feijoó, habrá sido elegido nuevo presidente del Partido Popular. Le deseo mucha suerte y espero un cambio por el bien de España. Pero no hace muchos días respaldó el discvurso de Vox sobre la "violencia intrafamiliar" y, para argumentar su postura, recurrió a un ejemplo de violencia vicaria -que la legislación gallega reconoce como un tipo de violencia de género-: "Hace un tiempo sufrimos un asesinato producido por un padre, que por problemas con su pareja, asesinó a sus dos hijas. Eso no es violencia machista, eso es violencia intrafamiliar". El caso al que se refereía el aún presidente de la Xunta, es de David Oubel, quien mató a sus dos hijas de 9 y 4 años en Moraña y que fue el primer condenado a prisión permanente revisable en España. Horas más tarde, el nuevo líder del PP, recurrió a su cuenta de Twitter para intentar matizar sus palabras, citando la reforma de la ley para la prevención de la violencia de género aprobada por unanimidad en el Parlamento Gallego en julio de 2021 con el objetivo de incluir la vicaria: "Galicia sabe lo que es un padre que asesinó a sus hijas para dañar a la madre y no estaba considerado violencia de género. Por eso cambió la ley". Feijoó había contestado de esta manera, a una pregunta sobre las declaraciones del consejero andalud de Salud, que dijo: "es mejor usar el término ‘violencia intrafamiliar’, que es el que defiende la ultraderecha. De hecho, en su acuerdo para gobernar en Castilla y León con el PP", Vox introdujo la demanda de una ley con este nombre. El dirigente gallego profundizó en su postura añadiendo: "Entiendo que estamos hablando de dos cosas distintas, reales y que existen. La violencia intrafamiliar no puede ocultar la machista".
Feijoó intentó a través de dos mensajes de Twitter publicados varias horas más tarde enmedar parcialmente sus palabras. Entre las más de mil respuestas que recibió, el primero fue el de la madre de las niñas asesinadas, Rocío Viéitez: "No puede matizar ahora un despropósito de declaración y con un ejemplo que sobraba".Esta misma señora publicó otros mensajes en sus redes sociales, en los que manifestó su discrepancia con el uso del término ‘intrafamiliar’: "Llámenle ustedes como quieran, otro término más para disfrazar, categorizar y no reconocer la violencia de género".
Durante más de 40 años de democracia, había mejorado socialmente en muchos aspectos la vida de los españoles/as. Ahora en ciertas esferas, parece que se pusieron de acuerdo en llamar "violencia intrafamiliar" a la de género. No solo porque suena más elegante o menos brutal, sino porque llamándole así, se ahorran tener que reconocer la realidad de que tantas mujeres de nuestro país sufren cotidianamente,siendo mucho más práctico y lucrativo para ellos cuando están en un gobierno autonómico, porque así se ahorran también mucho dinero en subvenciones destinadas a ayudar a aquellas mujeres que necesitan protección frente a la brutalidad de los hombres. Fin de la cita.
