Jair Bolsonaro nunca reconoció la victoria electoral de Lula da Silva,lo cual allanó el asalto que se produjo el domingo 8 de este mes a los organismos democráticos e institucionales brasileños que tiene su sede en la capital Brasilia, como son el Congreso, Tribunal Supremo y la sede del Ejecutivo en ese país. Un intento de asalto que ya fue condenado por todas las instituciones europeas y que la UE condena sin paliativos. También Pedro Sánchez mediante un tuit le manifestó al presidente brasileño, a la democracia en el país sudamericano su condena por lo que se estaba produciendo en esos momentos en la capital administrativa del país.
Aprovechando este lamentable suceso, dos días después el PP cuestiona la legitimidad del Gobierno y las declaraciones de Feijóo lo dejan bien claro: “ Pedro Sánchez dirige un Gobierno cautivo e intervenido por sus socios. En España no se respeta la democracia parlamentaria. Los partidos de la coalición que gobiernan han iniciado un asalto institucional que busca perpretarse al frente del país. Entre instituciones se encuentra el INE, responsable del censo electoral.
O la empresa tecnológica Indra, habitual responsable de ordenar los resultados que remiten desde las mesas electorales. Porque Sánchez no quiere abandonar la Moncloa y hará lo que sea necesario para mantenerse al frente del Ejecutivo y así, a partir de la siguiente legislatura, iniciar un proceso de demolición del orden constitucional”. Yo creo que el “moderado y buen gestor” no solo perdió la aureola con la que llegó a Madirid, sino que parece que también perdió el norte y es una veleta que cambia con el viento.
Al mensaje de Sánchez a Lula da Silva le respondió la secretaria general del PP Cuca Gamarra, que no condenó ni rechazó el ataque: “Contigo ahora esto en España sería un simple delito de desórdenes públicos”, refiriéndose a lo ocurrido en Cataluña.
Y se equivoca es una rebelión según opiniones autorizadas. Pero quien le pone las cosas claras es Javier Pérez Rollo (catedrático de la Universidad de Sevilla) en Diario.es el 11 de enero: “Puesto que a la señora Gamarra le gusta comparar lo que ocurre en España con lo que ocurre en otros países iberoamericanos, como Brasil ahora y antes Venezuela, me parece que resulta oportuno hacerle la siguiente pregunta: ¿Qué tienen que ver las imágenes de Brasil que ha visto todo el mundo este pasado domingo con las imágenes del 1 de octubre de 2017 en Cataluña?. ¿Hay alguien que pueda equiparar las conductas de los ciudadanos catalanes acudiendo a unas escuelas para depositar una papeleta en una urna con la violencia de los energúmenos brasileños de este pasado domingo? ¿Todas pueden ser calificadas como del delito de rebelión? ¿Lo ocurrido en Cataluña el 1 de octubre de 2017 tiene la misma naturaleza que lo ocurrido en Washintong el 6 de enero de 2021 o en Brasilia este pasado domingo?. Esto es lo que resulta escandaloso y no la desaparición del delito de sedición de nuestro ordenamiento que debía haber desaparecido hace muchos años. Porque el delito de sedición es un delito predemocrático”. Fin de la cita.
