Opinión

Cenizas

LAS FESTIVAS hogueras de la noche de San Juan ya son sólo cenizas. Tras el fuego, la ceniza. En su vertiente más o menos metafórica, tal obviedad
ha sido utilizadísima literariamente, un verdadero tópico. Pero hay unas cenizas nada literarias que se han convertido en tristes protagonistas
de los últimos días: las cenizas del la torre calcinada en Londres o la del dantesco incendio forestal portugués. Si no fuese tarde ya, de éste último
deberíamos tomar buena nota en Galicia, pues pinos y, sobre todo, eucaliptos, sobran por doquier, una plaga. Y ya se ve de qué manera pueden arder
en veranos tan extremos como el que ahora sufrimos y los que cada vez más vendrán.

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